Publicado por DV & archivado en Pensamiento.

El término feminismo en estos dí­as se encuentra en la boca de la mayor parte de la gente, en parte gracias a la convocatoria de huelga del 8 de marzo.

Desde DV publicamos a continuación un artí­culo de reflexión en torno a uno de los posibles significados de esta Huelga Feminista del jueves 8 de marzo.

Aún recuerdo las primeras veces que escuchaba ese término- feminismo-; esos debates en las que salí­an esas palabras que, aunque no nuevas, me resultaban desconocidas: patriarcado, cuidados, roles, privilegios… palabras que aún sabiendo su significado en numerosas ocasiones me eran difí­ciles de identificar, y aún lo siguen siendo. He de reconocer que después de esos debates me iba con un malestar a casa, no paraba de preguntarme: ¿qué culpa tengo yo de ser hombre? yo no soy machista, yo no soy así­, el sistema es el culpable, yo apoyo la igualdad…que fácil era ser condescendiente conmigo mismo y no asumir mi responsabilidad.

Recuerdo con cariño una conversación en el coche con un amigo, mientras hablábamos del patriarcado, de los privilegios; yo seguí­a repitiendo el mantra de “yo no soy machista” “yo apoyo la igualdad”, etc. í‰l me respondió con un ejemplo, (la mejor manera de explicar las cosas para los que somos duros de mollera como yo) me dijo: tu eres blanco y por el echo de haber nacido blanco tienes unos privilegios sobre otra persona de otro color, la sociedad te va a tratar diferente por ello; eso no te convierte en racista claro que no, pero tienes una responsabilidad en ello.

Cuando hablamos de género es igual. Por el hecho de ser hombre recibimos otro trato desde una posición de privilegio en relación a la mujer; eso no te convierte en machista, pero si queremos acabar con esa desigualdad debes de partir de la base de reconocer que estamos en esa posición privilegiada.

Esa noche estuvimos hablando un buen rato. La verdad es que no sé si el que fuera un hombre y no una mujer la persona con la que mantuve aquella conversación influyó para que cambiara mi forma de ver las cosas; me lo he preguntado, pero no sé la respuesta. Quizás no importe, lo importante es que cambió.

En estos dí­as me he sorprendido preguntando a compañeras si yo tenia que hacer huelga el 8 de marzo; yo nunca habí­a preguntado a nadie qué hacer en una huelga, lo tení­a claro; pero esta huelga es diferente, en esta huelga yo no soy el oprimido sino el privilegiado ,estoy confuso a la hora de actuar ante esta convocatoria. Ellas me han respondido que haga lo que crea oportuno, cualquiera de las opciones es buena, me han entredicho que lo que yo haga como hombre ese dí­a no importa.

He de reconocer que esto duele, que te digan que lo que tú hagas no importa duele,y más cuando te lo dicen personas a las que quieres, duele muchí­simo. En lo más profundo de mi ego yo quiero importar, quiero ser parte de esa lucha que considero justa.

Y vuelvo a sorprenderme preguntando ¿qué hago? Me doy cuenta que estoy perdido, que apelo a las mujeres para preguntarlas qué hacer porque no lo sé; pero ellas no tienen la respuesta, ellas son las que sufren las consecuencias de un sistema patriarcal y no quiero cagarla, no quiero ofenderlas, mi ego vuelve a colocarse en el centro como si lo que yo hiciera importara para cambiar el rumbo de las cosas. ¿De verdad importa? En serio ¿el hecho de que yo como hombre ese dí­a acuda o no al trabajo va a cambiar algo? Sinceramente creo que no.

Las mujeres en esta huelga están llamadas a parar la producción , el consumo , los cuidados… están llamadas a parar todo aquello que reproduzca la vida y que han sustentado a sus espaldas a lo largo de la historia. En qué posición quedamos nosotros como hombres si la mitad de la población hace una huelga contra nuestros privilegios, ¿queremos seguir manteniendo nuestros privilegios? Esta huelga no es nuestra sino contra nosotros.¿Queremos más huelgas contra nosotros?

Quizá esta huelga va de todo esto; esta huelga la tenemos que hacer como hombres pero contra nosotros mismos.
Nuestro campo de batalla no está en la calle en este momento sino que esta en nuestro cuerpo. Nuestro papel en esta huelga no es estar al frente de la barricada, nuestro papel es el de pensar en las cotas de poder que tenemos en base a nuestros privilegios .Esta huelga tiene que marcar el inicio en el que como hombres asumamos nuestra responsabilidad en todo ello y renunciemos a los espacios que históricamente se nos han asignado por el hecho de ser hombres; esta huelga empieza el 8 de marzo pero tiene que ser indefinida hasta que entre tod@s construyamos ese mundo nuevo en el que hombres y mujeres podamos caminar juntos siendo equivalentes .

A la huelga compañeras, a la huelga compañeros

2 Comentarios para “Reflexiones en torno a la Huelga Feminista”

  1. vallafrí­o

    Las cosas que hay que decir y hacer para poder bombear…

  2. Chanquete

    Yo me he sentido igual. ¡A la huelga compañeres!

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