Somos los piratas del Arlanzón… IV aniversario de DV

Entre una cosa y otra, y  con el retaso que nos caracteriza para este tipo de menesteres, llegamos tarde a  la celebración de nuestro propio aniversario. Hace ya unos dí­as que DV ha cumplido su cuarto año de andadura en la red, cuatro años cabalgando juntos y tratando de aportar nuestra visión crí­tica a una ciudad llamada Burgos. Con esa idea vinimos a este mundo y en ello estamos.

Quien lo dirí­a, pero aquel proyecto que logró aglutinar las energí­as de un puñado de chavales con inquietudes libertarias ha cumplido ya cuatro años. Y aunque seguimos adoleciendo de no haber sido capaces de liberar al DV de su estricto formato digital, durante estos cuatro años de andadura hemos tratado de alcanzar los objetivos que nos marcamos el dí­a de nuestro alumbramiento: aportar nuestro pequeño grano de arena a la difusión de una visión crí­tica de la realidad burgalesa.

Ahora juzguen ustedes, estimados lectores de DV, si lo hemos conseguido, pero lo cierto es que con mejor o peor artes hemos tratado de que nuestras ilusiones no se quedaran por el camino.

Corrí­a el invierno de 2007 cuando reunidos en una oscura catacumba de Gamonal unos anarcos de biografí­a bastante dispar definimos las lí­neas de actuación de lo que a la postre serí­a uno de los medios más controvertidos (y gamberros, todo hay que decirlo) del panorama local. Desde aquel invierno mucho ha llovido, mucho hemos dicho y mucho se ha dicho de nosotros; con nuestros aciertos y errores hemos buscado ser fieles a la idea original de romper el aislamiento comunicativo en el que determinados magnates (o mangantes) han sumido a la ciudad.

Fuente del gráfico: DIAGONAL

Esa idea original fue la que dejamos marcada en el texto en el que a modo de acta fundacional hemos mantenido en nuestra web desde aquel entonces, por supuesto está a disposición de cualquiera que quiera echarle un vistazo.

Navegando en las aguas revueltas de la realidad burgalesa hemos conseguido mantenernos a flote con mejor o peor soltura, naufragando en ocasiones ante las limitaciones de un medio como el nuestro pero haciendo frente a los contratiempos con pasión e infinitas dosis de mala hostia, todo hay que decirlo

Porque pensamos que no solo son habitantes de Burgos los encorbatados y engominados que caminan por su calles,  no son solo habitantes de Burgos la clerigalla que durante siglos ha mantenido adormecida a la ciudad. Nosotros, como tantos otros que nos han precedido en la Historia, formamos parte de ese Burgos oculto y perdido que siempre ha vivido al margen del oficial. Somos los piratas del Arlanzón y nos hemos colado en su fiesta, señora.

Pero con gran regocijo descubrimos que no somos ni mucho menos los únicos en pensar que no todo es color de rosa en la Caput Castelae. Durante estos cuatro años varios han sido los blogs que han recorrido el mismo camino que nos hemos marcado partiendo desde diferentes perspectivas, pero con el común denominador de intentar ver más allá del pensamiento único que marca la realidad informativa de la que otrora fuera Capital de la Cruzada.

Desde la cercana Miranda de Ebro, a los amigos recientemente adquiridos que como  nosotros cojean con la ortografí­a, pasando por esos otros señores empeñados en descubrir quién está detrás de las sombras de la ciudad o aquel otro que cuyo nombre habla por si solo.

Formamos parte de ese otro Burgos alejado de los altares y de las inmobiliarias,  queramos o no formamos parte de una cabalgata de varietés en la que nos ha tocado el papel de gigantillos disidentes que no bailan al son de las grandes rotativas ni buscan el aplauso del palco de las autoridades.

En un afán por etiquetarnos nos han atribuido estar confabulados con las más variopintas expresiones disidentes que campean por Burgos: okupas pegacuras, antifascistas, vecinos de Eladio Perlado, vecinos descontentos con la Caja de Burgos, solidarios con los menores encerrados, gentes de la Resaca Castellana sospechosos de todos los delitos habidos y por haber, peligrosos anarquistas detectados por la fiscalí­a, apologetas de la violencia, financiados desde tenebrosas geografí­as al norte de la provincia, excesivos al extremo e incluso-incluso (que dirí­a un profesor de la UBU que ya se ha muerto) ¡¡¿¿comunistas ??!!.¡Ay si lo oyera Durruti desde el limbo negro de los ácratas!

Todos ellos no saben que los sanbebitos lejos de incomodarnos nos reafirman en nuestro camino porque hemos sabido hacer del defecto virtud y de nuestra capa un sayo.

Mención especial para los obreros de Interbón que han hecho de una de nuestras entradas lugar de encuentro y foro para sus devaneos con la empresa en un fenómeno que no deja de sorprendernos y que ha alcanzado ya más de 1000 comentarios.

Y también los hay que durante estos cuatro años se han pasado por la web para verter insultos e insidias, ya sean periodistas de resonancia policial (digo local), capitostes de la ultraderecha, concejales venidos a menos y otros venidos más o secretas con horas libres y demás fauna burgalesa. Simplemente deciros que del magma de vuestras miserias surgen nuestras ganas de no cejar en este proyecto. Os chincháis.

A los unos como a los otros, y a todos los lectores que hacéis posible que DV siga existiendo, un fuerte abrazo. Sí­ no nos vemos que sea por vuestra culpa.