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dontvoteOtra vez nos llaman a votar. Mientras el paro, la pobreza y la miseria asolan el mundo como una pandemia, todos los partidos, grandes y pequeños, ponen en marcha su campaña para vendernos la fórmula mágica que nos solucionará la vida al módico precio de un voto que engrose sus filas.

Miles de promesas electorales embaucadoras intentarán abrirnos el apetito hacia ese nuevo paraí­so terrenal que llevan prometiéndonos desde 1975 y que cada vez se parece más a un auténtico infierno. Miles de carteles en las calles nos repetirán que el dí­a 20 de noviembre es un dí­a importante en nuestras vidas, porque en él haremos uso de la máxima expresión de nuestra libertad: El voto. Y, efectivamente, así­ ocurrirá: Mucha gente irá a hacer uso de ese gesto  al que ha quedado relegada su libertad: Un movimiento de mano hacia una urna. Y luego volverán a sus hogares lapidados de hipotecas que no pueden pagar, a saludar a su familia y a sus deudas y a seguir arrastrando la cadena perpetua al desempleo, a la inestabilidad laboral o, con suerte, a un horario rí­gido, obligado, que les asegure un sueldo con el que tirar palente.La experiencia nos ha enseñado la verdadera cara de esta democracia de urnas y partidos: Nos ha demostrado que, en el sistema vigente, escaso o nulo poder tenemos
sobre nuestras propias vidas, que todo nuestro quehacer cotidiano está supeditado al vaivén de los intereses de unos poderes económicos, empresariales y gubernamentales sobre los que no tenemos voz ni voto real alguno.

Votar el 20 de noviembre significa votar la perpetuación de esta dinámica. Significa votar “Sí­” a dejar nuestras vidas en manos de otras personas, “Sí­” a la pasividad, “Sí­” a la fe en este sistema que cada vez muestra más descaradamente su rostro criminal, votar “Sí­” (en definitiva) a la falta de libertad real basada en la presunción de que somos tan incapaces de decidir el rumbo de nuestras  propias vidas que preferimos dejarla en otras manos aún a costa de que nos pisoteen, nos roben o nos maten de hambre.

Nos negamos a participar en todo esto: Nos negamos  a votar por aquello que nos destruye. Sabemos que no somos engranajes inútiles, que podemos y queremos gestionar nuestras propias vidas y decidir sobre ellas. Por ello, queremos recordar que hay otra forma de cambiar las cosas, otra forma que realmente nos implica y nos permite darle el voto, no a un programa electoral escrito por otras personas, sino a nuestra propia voz, a las preocupaciones y deseos de todos y cada uno de nosotros. Y eso sólo puede conseguirse desde aquí­ y desde ahora: organizándonos en los barrios, en los tajos, en las universidades… y, una vez organizada la población, cambiando nuestra vida cotidiana, nuestro entorno, trabajando para mejorarlo hasta crear una alternativa sólida a este sistema. Pero, es preciso decirlo, sin subvenciones que nos aten al Estado, sin privilegios de ningún tipo, sólo la población, sólo la gente; sin partidos polí­ticos, sin sindicatos subvencionados, de forma asamblearia…. Es de esto de lo que queremos hablar y reflexionar para ponerlo en práctica. Porque existe otra opción a parte de la de votar cada cuatro años y luego callar y tragar.

YO NO VOTO

Fuente: Polí­ticospartidos

novotes_2calavera

15 Comentarios para “Tu voto no es tu voz, es tu condena”

  1. Indignado

    ¿Y qué opción hay aparte de la abstención? De acuerdo, yo me abstengo y todo seguirá como está… Votando tampoco cambiará mucho el asunto, aunque al menos yo tendré cierta responsabilidad sobre lo que hacen. Siempre tengo el mismo dilema, la verdad. ¿Por qué no cambiar el sistema desde dentro y no desde fuera?

  2. luján

    Es un debate que siempre esta latente y es una de las controversias que siempre ha estado presente cuando hablamos de alternativas al actual sistema.

    Los libertarios, partidarios de la abstención y no de no participar en las elecciones, optan por construir alternativa al margen de las instituciones, un modelo de auto-organización que logré demostar que los profesionales de la polí­tica solo se representan a si mismos.

    Por otro lado, desde este punto de vista, votar no significa “tener más responsabilidad sobre lo que hacen” sino legitimar un sistema injusto., por eso este artí­culo pide algo así­ como la deserción al sistema electoral.

  3. ACAB

    Indignado:

    Pueden existir elecciones democráticas en las que se deba participar y otras, como esta, en las que participar no sirve para nada; no se trata de una postura estática sobre la participación o no en su juego electoral, sino que la postura cambia según las condiciones que se den.

    Eso es ver la realidad, que es cambiante, tratar de interpretarla y hacer un análixis en función del cual decidir tu postura.

    Así­ mismo, he de decir que este Sistema NNNNOOOO se cambiará desde dentro, y las elecciones, cuando sirvan de algo, serán un mero instrumento más, nunca un fin.

    ¿Cómo llegaron las revoluciones? ¿Cúantos cambios sustanciales se dieron mediante las urnas? Dentro de este sistema no habrá cambios importantes nunca.

    Y entonces, ahora, ¿cúal es el objetivo? ¿presentarse a unas elecciones? ¿votar a uno de tantos partidos? Pues Rotten tiene razón, la gente está alienada, por lo que El Objetivo es crear conciencia en nuestro trabajo, en nuestro barrio, en nuestras relaciones, abrirle los ojos a la gente, que asumamos una actitud crí­tica y responsable en nuestras vidas… formamos parte de la mayorí­a y cada vez más personas somos conscientes… de ahí­ vendrán las ganas y la capacidad para luchar.

    Perdón por el tocho
    Salud!!

  4. Indignado

    No me convence mucho el asunto… El caso es que siempre que nos abstenemos luego acabamos quejándonos de que sale el rancio PP o el hipócrita PSOE… Yo optarí­a más por votar en nulo (al menos ejerces tu derecho a voto sin implicarte con nadie), eso o votar a un partido más coherente que esos dos.

  5. Abstencion y lucha!

    votar es justificar todos sus desmanes, votar es perpetuar y legitimar el sistema en el que vives,
    amigo indignado, votar es abdicar, en eso se basan ellos en que tu voto les sirva en unas estadisticas para legitimar su poder, para que despues seas una cifra, un 20% de nulos, un 10 de lo otro,

    pero la verdad es que con sinceridad te digo que estariamos legitimando todas sus atrocidades cometidas durante años, votar es entrar en su juego y de eso se alimenta el sistema, de que todxs entremos en el, votando a terceros ( ninguno de los que se presentan se plantea un cambio del modelo socioeconomico), votando en blanco, o nulo o como sea,la verdad es que votar es pasar por el aro.

    abstencion y lucha, desde fuera, autoorganizandonos en todos los ambitos de nuestras vidas, en las escuelas, en los curros, en la calle, es el momento de plantar cara a su juego de tu a tu.

    !LA LIBRE ELECCION DE AMXS NO SUSTITUYE NI A LXS AMXS NI A LXS ESCLAVXS!

  6. Abstencion y lucha!

    Un parrafo extraido del libro ¿chusma? a proposito de las elecciones:

    ” la vida no se cambia a golpe de decisiones gubernamentales, sino concretamente, dia a dia, mediante actos autonomos y colectivos. en esencia el voto, acto individual originado en la cabina electoral, que delega el poder de obrar en otrxs, no compromete a nada.
    En cambio, la revuelta compromete a todo…”

  7. Anónimo

    Votar nulo es lo mismo que no votar, a ver vamos a ver que lo del voto tiene su miga…

    1 Votar en blanco es hacer un favor a los partidos mayoritarios.
    2 Votar a un partido minoritario normalmente se le llama “tirar el voto” dado que el reparto de escaños va por provincias, con lo cual a no ser que el partido minoritario sea mayoritario en tu provincia(cosa que pasa bastante con los nacionalistas) el voto suele ser un voto que no vale casi de nada salvo para hacer un poco de daño a los mayoritarios.
    3 Si votas a un mayoritario es que eres gulipollas, directamente.
    4. No votar.

    Yo elijo no votar por una razón, es como más se hace daño al sistema, romperlo desde dentro es muy difici por no decir imposiblel y más en unas elecciones generales, además tener en cuenta que el poder corrompe muchí­simo. Los partidos mayoritarios tienen todo ganado y para visagras están los nacionalistas/regionalistas. Imaginaros que pasaria si ganse un partido con una abstención del 60%, del 70%, ese partido esta deslegitimado, necesitamos un cambio y ese cambio no nos lo va a dar votar, todo lo contrario, votar es perpetuar.

  8. Anónimo

    Lxs-politicxs-sólo-se-cuidan-de-sí­-mismxs…y_además,-han-contado-contigo-para-algo-en-estos-últimos-cuatro-años?

    No-votes,_bótalos!

  9. Indignado

    Pues si muchos abstencionistas decidiéramos sólo una vez votar a un partido verdaderamente minoritario que lo merezca me gustarí­a ver la cara de los grandes cuando se tomen decisiones coherentes. Me parece que esta vez, la abstención no me convence demasiado…

  10. Anónimo

    El problema es que ningún partido minoritaario merece mi voto, son carne de futura corrupción.

  11. RODRIGO

    PUES YO SI VOTO! sinceramente preferirí­a que gobernase mi ciudad un partido como IU que el PP con mayorí­a absoluta… el destino de sus medidas y los beneficiarios no son los mismos.

    Respeto que la gente no vote, aunque no se muy bien para que sirve, al final la derecha siempre vota, y si la izquierda votase siempre quizás no cambiarí­amos el sistema, pero si se llevarí­an a cabo otro tipo de politicas

  12. Anónimo

    ni izquierdas ni derechas, l@s de abajo a por los de arriba.
    Abstención y lucha

  13. JUAN IGNACIO G. JAIME

    El Derecho Fundamental a Participar en los asuntos públicos.
    y
    el mero “derecho de voto” o mero “derecho de sufragio”

    El Derecho Fundamental a Participar en los asuntos públicos del artí­culo 23 de la Constitución española nos corresponde a todos y nos incluye a todos, incluso los polí­ticos con su propio derecho, nunca con el de los demás, todos tenemos este derecho que nos corresponde y nos incluye a todos, cada uno el suyo, sin excluir a nadie, absolutamente a nadie, y por ello es democracia y es la esencia de la democracia.
    Se aplica ya y podemos verlo en las mesas electorales, presidentes y vocales de mesa, ciudadanos no polí­ticos por turno democrático, sin polí­ticos, y nos puede tocar a todos en cualquier momento, a cada uno de nosotros, sin exclusiones.
    Es un derecho fundamental históricamente muy reciente, se reconoce por primera vez en 1948, y por ello es muy desconocido.
    Solo aparece y ha sido reconocido por los Estados tras la experiencia alemana y de la Segunda guerra mundial, Hitler llegó al poder por medio del engaño del voto y de varios procesos electorales, por medio del engaño del sistema de participación indirecta, acabada la guerra la mayorí­a de paí­ses reconocen y formulan por primera vez, en la Declaración universal de derecho del Hombre y del Ciudadano de 1948, artí­culo 21.1, el Derecho fundamental de los ciudadanos de todos los paí­ses a Participar directamente en los asuntos públicos, en su Artí­culo 21.1. (Experiencia alemana a la que pueden añadirse infinidad de ejemplos actuales Chaves, Maduro, ¿Bush?, ¿Obama? ¿Guaidó? ¿Putin?. y un larguí­simo etc ).
    — El Pacto internacional de Derechos Civiles y Polí­ticos de 1966, en su artí­culo 25.1
    — En virtud de ellos, La Constitución Española de 1978, en su artí­culo 23.1.
    Aplicaciones reales y efectivas en las mesas electorales y tribunales del jurado, y la inmediata siguiente de concejales municipales, cuando rechacemos el engaño del voto o perjuicio del voto, de la participación indirecta. PARTICIPACIí“N DIRECTA, TURNO DEMOCRíTICO. SE APLICA Y DEBEMOS VERLA EN LAS MESAS ELECTORALES Y TRIBUNALES DEL JURADO , EN LAS MESAS , NO EN LAS URNAS. LAS MESAS NO SON LAS URNAS.

    Por el contrario,

    El mero derecho de voto o derecho de sufragio es conocido de todos e históricamente anterior a la Segunda guerra mundial, me excluye a mí­ y nos excluye a todos los ciudadanos no polí­ticos en favor de unos pocos polí­ticos que se hacen con el derecho y con el poder de todos los ciudadanos no polí­ticos que quedamos absolutamente excluidos y eliminados de Participar en los asuntos públicos en favor de una minorí­a de polí­ticos, impostores en los derechos de los ciudadanos privados de su derecho fundamental, y en consecuencia se manifiestan y actúan como impostores que son.
    El derecho de voto es dictadura de unos pocos polí­ticos que excluye a la totalidad de ciudadanos no polí­ticos en favor de esa minorí­a de polí­ticos que elimina y sustituye a todos los ciudadanos no polí­ticos, no es democracia, es dictadura de unos pocos.
    Me dan o me quieren dar un “derecho de voto” que precisamente me excluye a mí­, para quitarme el derecho fundamental a PARTICIPAR DIRECTAMENTE que me corresponde, en favor de unos pocos polí­ticos a quienes no les corresponde mi derecho que me obligan a que lo entregue a uno cualquiera de ellos, privándome a mí­ y perjudicándome a mí­ con mi propio derecho, y le llaman “derecho” a lo que es claramente un perjuicio y eliminación mí­a.

    El derecho fundamental a Participar en los asuntos públicos es esencialmente distinto y absolutamente contrario y opuesto al mero “derecho de voto” que lejos de ser derecho favorable es perjuicio para mí­, que consiste precisamente en excluirme a mí­ y excluirnos a todos los ciudadanos no polí­ticos para incluir solo a unos pocos polí­ticos que lógicamente usan y abusan de lo que no les pertenece y conseguido ilegí­timamente con engaño para beneficio exclusivo de ellos y perjuicio de todos los ciudadanos no polí­ticos excluidos y eliminados y de toda la Sociedad.

    Afortunadamente el Derecho Fundamental a Participar en los asuntos públicos está ya en la Constitución y nos corresponde a todos sin exclusiones, sin excluir a nadie, es desconocido PORQUE ELLOS NO QUIEREN QUE LO CONOZCAMOS Y NUNCA HABLARAN DE EL , y solo necesita que lo conozcamos, y se extienda este conocimiento poco a a poco, y lo empecemos a ver en sus aplicaciones reales que ya tiene en las mesas electorales y tribunales del Jurado, que demuestran que realmente está y lo tenemos y depende exclusivamente de cada uno de nosotros poco a poco, simplemente negando el “derecho de voto” y perjuicio del voto.

    Juan G. Jaime.

    —————-

    El Derecho Fundamental a Participar en los asuntos públicos.

    — Desconocido por su origen histórico muy reciente, 1948.
    — Desconocido porque quienes viven y se aprovechan del sistema de participación indirecta no desean naturalmente que lo conozcamos
    — Desconocido por la facilidad de confundir “votar” con Participar. Facilidad de confundir el supuesto “derecho de voto o derecho de sufragio” históricamente muy anterior a la segunda guerra mundial con el Derecho Fundamental a Participar en los asuntos públicos, posterior a la Segunda Guerra mundial absolutamente verdadero y democrático, inexistente antes de la segunda guerra mundial y que no consiste en “votar a otro” sino en Participar sin elegir a otro, como podemos ver en las mesas electorales, vocales y presidentes de mesa, y tribunales del jurado que se aplica aunque no seamos capaces de verlo, y algunos no quieran verlo.

    — Desconocido por la CENSURA ABSOLUTA EN TODOS LOS MEDIOS Y EN TODAS LAS INSTITUCIONES QUE DEBERIAN SER DEMOCRATICAS, censura absoluta del derecho fundamental a Participar en los asuntos públicos del que nadie habla en absoluto y no se permite que nadie hable en absoluto. Y en las que intencionadamente se confunde deliberadamente Participar con “elegir” o “votar”. Participar en los asuntos públicos es sustituido por “Elegir o votar a otro que excluye al propio titular del derecho que vota ”. “Democracia con CENSURA ABSOLUTA de un derecho fundamental”.

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