Publicado por DV & archivado en Burgos, Gamonal, Lucha, Textos.

Ha quedado visto para sentencia el juicio en el que cinco vecinos de Burgos han tenido que sentarse en el banquillo tras las acusaciones vertidas por C4SINO. Un proceso judicial que se remonta a inicios de 2020 y que, dado el desmesurado carácter de las acusaciones, el movimiento vecinal ha definido como un intento de acallar el malestar social contra las salas de apuestas.

De un tiempo a esta parte, las salas de apuestas y casinos de juego se han multiplicado de manera exponencial y alarmante. Si en 2016 existían alrededor de 5 salas de apuestas en Burgos, para 2020 la cifra ya alcanzaba los 20 establecimientos con licencia para operar. Una situación que generó alarma social fomentando el surgimiento de movimientos de protesta vecinal con los que se pretendía poner el foco de atención en el grave problema que representa la ludopatía. Más aún cuando, como aseguran los especialistas en la materia, el perfil del ludópata ha cambiado en los últimos tiempos. Ya no se trata de un varón de 50 años que juega a la tragaperras como pudiera ocurrir en los años 80 y 90, sino de jóvenes de entre 18 y 25 años que frecuentan de manera habitual las salas de apuestas y cuya adicción puede verse reforzada con el juego online.

El movimiento vecinal viene planteando una hipótesis desde hace años: la ubicación de las salas de apuestas en los barrios más humildes de las ciudades no es baladí. Es en estos lugares donde reside la población con perfil más vulnerable para poder sufrir adicciones y padecer ludopatía. De esta manera, barrios como Gamonal en Burgos, o Vallecas en Madrid, han visto como en sus calles se multiplicaba de manera inquietante el número de estos establecimientos.

Protesta vecinal frente a la sala de apuestas de la Avenida Derechos Humanos // El Correo de Burgos

En Burgos, el movimiento de protesta contra las salas de apuestas comenzó a fraguarse en 2018 con el desarrollo de actividades informativas y varias manifestaciones. Un movimiento que denunció públicamente en febrero de 2020 la apertura de una nueva sala de apuestas en la avenida Derechos Humanos de Gamonal por encontrarse muy cerca de diversos centros de enseñanza, algo que también denunciaron las asociaciones de madres y padres, y de situarse justo al lado de un centro de logopedia. Unas protestas que han contribuido a que desde las instituciones locales se haya finalmente eliminado la publicidad de casinos de los autobuses urbanos o que, tras la modificación del PGOU, ya no puedan abrir en zona residencial. No obstante, todo hay que decirlo, esta decisión ha sido recurrida por parte de la Junta de Castilla y León y se dirime también en los tribunales.

Tras aquellas protestas, cinco personas fueron encausadas en el proceso judicial que ha quedado visto para sentencia y en el que la acusación particular ha llegado a pedir hasta cinco años de reclusión Aunque, si bien es cierto que durante el desarrollo de las vistas orales se ha retirado la acusación de amenazas graves por la que solicitaba 3 años de cárcel, los encausados han permanecido durante casi dos años con una espada de Damocles encima de su cabeza.

Concentración de apoyo frente a los juzgados // DV

Este proceso penal y la concentración de apoyo con los encausados que el movimiento vecinal realizó frente a los juzgados durante la celebración de la primera sesión del juicio ha servido para volver a sacar a la palestra el grave problema que supone la ludopatía y la extensión del juego patológico. No se ha juzgado solo a cinco personas, sino que el lobby de las apuestas ha pretendido deslegitimar cualquier tipo de rechazo frente a su más que cuestionable modelo de negocio. Y mientras exista el problema, el rechazo social existirá. Por eso mismo, mucho nos tememos que esta no será la ultima batalla que el movimiento vecinal tendrá que librar.

Desde DV os deseamos a tod@s:

¡¡Felices fiestas y fuera salas de apuestas!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.