Una estatua a esos que dejan manipularse

Una de las ultima estatuas de las tantas que ha plantado el HayUntamiento es un homenaje a la prensa escrita y los que la leemos.

Por si la duda cabe, ningún medio de comunicación es objetivo y mucho menos este, el peligro está en aquellos que aseguran ser objetivos y los que se tragan la bola. Mucha gente se cree estar informada leyendo a cuatro mercenarios de la pluma que venden sus palabras y cuentan la historia según quien pague, parafraseando a Groucho Marx “Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros” luego lo mezclamos con cuatro páginas de opinión, por aquello de disimular y cuatro de deportes y el “tinglao“ está “montao“ . Será que en Burgos la hegemoní­a de la prensa escrita, por no decir el monopolio, la tiene un periódico cuyo dueño es un acaudalado constructor con una larga lista de fechorí­as, historial delictivo, atracos a cajas y ansias especulativas. Desde su diario se ha tapado mucha realidad, se ha escupido sobre innumerables luchas o movimientos y se ha manipulado con descaro y sin el la opinión de muchos crédulos burgaleses. Pese a que la prensa en Burgos da pena el HayUntamiento ha decidido poner esta estatua a esta prensa y a sus lectores en la mismí­sima Plaza Mayor, pero todos sabemos que hablar de prensa escrita es hablar casi de un único diario, esa estatua es para quien es, incluso dirí­a que tiene un cierto parecido con el personaje real.

Si, lo confieso, yo también he leí­do asidua o intermitentemente, según soplase el viento, esa hoja parroquial que financia el cacique de la ciudad pero a mi que no me metan en ese saco de lectores ni en ese monumento al caciquismo y a la manipulación siempre tuve bien presente aquello que mi abuelo solí­a decir: “De lo que te cuenten nada y de lo que veas la mitad“.