Publicado por DV & archivado en Especulación, General.

Hace tan sólo 15 dí­as el Tribunal Supremo dictamino una sentencia por la cual era la banca la que debí­a pagar el impuesto sobre las hipotecas. Su presidente llego a decir que era “firme y no susceptible de revisión“.

Pero de esto hace ya 15 dí­as…

Ya sólo faltaba por determinar si tendrí­a carácter retroactivo o no. Este punto es muy importante ya que la banca deberí­a devolver a todas las personas afectadas lo que en su dí­a ellas pagaron, unos 5.000 millones de euros. Esto es un gran problema desde el punto de vista empresarial, haber cerrado un balance en falso supone asumir unas pérdidas, cosa que afectará muy negativamente a tus balances futuros. De hecho los inversores han respondido muy negativamente cuando se ha dado a conocer la noticia y las bolsas han caí­do al menos un 1%, sumarle a todo esto que los bancos hoy por hoy son mucho más inestables que hace unos años y necesitan gran proteccionismo por parte de los estados. Pero la independencia de la justicia estaba por ver… Ayer, 6 de noviembre, tras varios dí­as de deliberación los grandes e independientes juristas decidieron que la Bolsa va antes que las personas y dieron marcha atrás: la banca libra, no deberá pagar los impuesto sobre las hipotecas.

Pero no es la primera vez que la injusticia defiende a la banca frente al pueblo. En el año 2013 Tribunal Supremo dictamino que las clausulas suelo eran abusivas pero la banca sólo deberí­a devolver el dinero desde ese mismo año, no con carácter retroactivo, ya que la cantidad a devolver serí­a si no mucho más elevada. Finalmente el Tribunal de Justicia de la UE sentenció que debí­an devolverse con carácter retroactivo desde 2009.

Esto no queda aquí­, no debemos olvidar que el estado rescató a la banca. Según el Banco de España, el Estado (es decir, todos y todas) perderá finalmente 60.600 millones de euros, el 80% de los 77.000 millones inyectados. Esto no hace más que volver a confirmar que no somos todos iguales. Si la banca necesita dinero a la banca se le da dinero; si el Tribunal superior dictamina sentencia en contra de la banca, el TS da marcha atrás. En resumen, la banca siempre gana.

 

 

Hace ya tiempo que la independencia de poder judicial está en entredicho, muy obtuso o ingenuo tienes que ser si aún no te has dado cuenta que la separación de poderes no es más que un cuento. El poder ejecutivo, legislativo y judicial se mezclan entre sí­ con una facilidad perversa, pero nadie nos contó en este cuento chino que habí­a otro poder, el económico, que hace tiempo se unió a este conglomerado de poderes. Si hasta ahora era claro que los tres poderes eran sólo uno, como se ha podido comprobar trama de corrupción tras trama de corrupción en la que los jueces eran cambiados en función de su ideologí­a polí­tica, una vez más se desenmascara otro actor: el capital. Como no podí­a ser de otra manera en esta democracia con sistema económico capitalista, que de democracia sólo tiene el nombre, el capital tiene un control más que relevante. Si las empresas y la banca necesitan ayuda sin ninguna duda se las da no vaya a ser que los y las empresarias tengan perdidas, pero si por el contrario una familia no puede pagar su hipoteca se la echa de su casa y todas tan tranquilas. No vivimos en una democracia, vivimos en una oligarquí­a disfrazada de democracia, nos dejan votar cada cuatro años haciéndonos creer que sirve para algo pero que no os engañen, vuestro voto no vale nada.

Haciéndose eco de esta contra-sentencia el llamado Presidente del Gobierno ha prometido la modificación de la ley para que sea la banca quien pague estos impuestos, pero, ¿qué pasa con todas esas personas que llevan pagándolos desde hace tiempo? ¿Alguien les va a devolver su dinero? Lo que esta claro es que en mayo hay elecciones y este es un buen gesto para cualquier campaña.

 

 

Un Comentario para “Donde dije digo digo…”

  1. juan

    Los tribunales de “justicia” son los lugares donde las élites económicas fascistas consiguen sus mayores beneficios para gloria del capitalismo más rancio y explotador humano. La judicatura y otros cuerpos de funcionarios debieran superar el algodón democrático para no ser removidos a las listas del paro.

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