Publicado por DV & archivado en Burgos, Historia.

fosa de los ferroviariosActualmente se encuentra en fase de excavación arqueológica por una fosa común situada entre los lí­mites de los términos municipales de Aranda de Duero y Gumiel de Izán. Los investigadores apuntan que puede tratarse de la denominada fosa común de los ferroviarios que podrí­a albergar alrededor de 60 personas vinculadas a los organismos obreros de carácter socialista y anarquista que fueron ejecutadas en agosto de 1936.

La actual excavación que se esta realizando en el paraje de La Leguna impulsado desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en Burgos podrí­a sacar a la luz los restos de la mayorí­a de los trabajadores ferroviarios del núcleo de Aranda que fueron detenidos en agosto de 1936 y posteriormente ejecutados. Sobre ellos pesaba la acusación de pertenecer a organizaciones obrera, entre ellas CNT y UGT que se encontraban fuertemente implantadas en la zona.
Según ha podido saberse a través de investigaciones previas, el 18 de agosto de 1936 se produjeron una serie de arrestos masivos entre los trabajadores ferroviarios. El hallazgo de distintivos relacionados con e sector del ferrocarril en prospecciones por los alrededores puso tras la pista a los investigadores que acaban de abrir la fosa común y que esperan encontrar medio centenar de cuerpos. Los trabajos de investigación se complementarán posteriormente con el análisis de dichos restos en el laboratorio.
La existencia de varias fosas comunes y campos de concentración de prisioneros polí­ticos en la provincia de Burgos desmiente una vez más el clásico argumento de la historiografí­a franquista, que en Burgos sigue siendo en muchos ámbitos la historiografí­a oficial, sobre la inexistencia de una cruenta represión en la provincia de Burgos. Son varias las fosas existentes en nuestra provincia que ponen de manifiesto el desarrollo de un meditado plan de limpieza social en la retaguardia del denominado bando nacionalista. Una topografí­a del terror que hasta hace no demasiado tiempo ha permanecido oculta y que aporta datos para comprender la importante implantación del movimiento obrero durante el periodo de la II República tanto en los núcleos rurales como en la propia ciudad de Burgos.
El actual trabajo arqueológico que se está realizando en el paraje de La Leguna, justo al lado de la actual autoví­a, quizá no cuenta con el eco mediático de otras excavaciones como las de Atapuerca, sin duda también de capital importancia en tanto que permiten comprende el origen del doblamiento humano en Europa, pero que cuentan con el aliciente de dar por fin una respuesta a los cientos de personas que desconocen el paradero de sus familiares cuyo único delito fue tener una militancia obrera reconocida.
No se trata de reabrir la heridas del pasado como han apuntado algunos, ni tan siquiera de mostrar “lo bueno que eran unos y los malos que eran los otros”. Se trata simplemente de recatar del olvido el trágico final de una generación de trabajadores que lucharon por la libertad y la justicia social y encontraron la muerte a cambio. Un trabajo fundamental, máxime cunado el nuestro es un paí­s en el que la denominada transición se realizó a expensas de una amnesia colectiva que ha contribuido a que muchas de los cuestiones que no se supieron, o no se quisieron abordar hace 30 años, sigan aún abiertas en la actualidad.
La fosa común de los ferroviarios no es la única que existe en la provincia de Burgos. A escasos 20 kilómetros de la ciudad, en la localidad de Estepar, se haya otra fosa que posiblemente albergue, entre otros, los restos del músico burgalés Antonio José Palacios y de destacados miembros del movimiento anarco-sindicalista burgalés de la segunda mitad de los años treinta como Nicolás Neira.
Son estigmas del pasado que aún siguen pendientes y que mientras no se cierren seguirán gravitando en torno a Burgos proyectando hacia el exterior una imagen que, lejos de ser la de una ciudad candidata a la capitalidad europea, será la de la desmemoria u olvido interesados.
Modesto Agustí­

4 Comentarios para “Fosa común de los ferroviarios”

  1. NIOLVIDONIPERDON

    Deduzco por tus palabras, aburrido fascista, que el asesinato de los cientos de personas que se están desenterrando en las tierras de esta provincia te produce una sensación placentera, y que además tienes la osadí­a de llamar a esas personas “perroflautas”. Solo dejar las palabras de un poeta como respuesta a los nostálgicos de la sangre, la ignorancia y el olvido: “te deseo general que sueñes flores de hueso si es que aun puedes soñar” y dejo de dirigirme a ti pues “se me pudre la boca de hablar contigo”
    ¡LLegarán las bofetadas de los muertos!

  2. Marron

    Si tratas a los demás como te gustarí­a ser tratado, pocos valores más serí­an necesarios.
    Algún DIA algo te hallara el corazón si lo tienes cosa que lo dudo. Y la vida le dejara en su sitio. y ten respeto ese cometario dice mucho de ti cómo eres. personas como tu es como tirar de la cadena

    Un abrazo a los de Memoria histórica por su gran Labor

  3. mesetario

    No entreis a las provocaciones del tal Tony, es el tí­pico memo provocador que no aporta nada, mas que una expresión de su pobreza moral. pobrecillo!!
    Estuve en la fosa de la Legua. Todaví­a estoy impresionado por la magnitud de la matanza, sobrecogido por los huestos retorcidos de los 59 cuerpos de inocentes asesinados solo por pensar distinto. Y todaví­a en esta tierra dicen algunos que eso es abrir las heridas, los que dicen eso, o son familia de los asesinos, o les parece bien que se asesinara por pensar diferente, o en el mejor de los casos no saben de lo que hablan. Si no, no tiene explicación escuchar las barbaridades que hay que oir entorno a este tema. Todaví­a hay mas de 120.000 desaparecidos en este paí­s, más de 3.000 en Burgos, y a muy poca gente le interesa. Así­ nos va…

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