Publicado por DV & archivado en Tecnologí­a.

censurasYa hace tiempo que venimos asistiendo a censuras y autocensuras impuestas por los que calzan o pretenden calzar ese extraño zapato llamado poder, la denuncia de la SGAE a el portal alasbarricadas es un claro ejemplo de una censura que corre cuenta en los tribunales, esos con dinero quieren hundir al pequeño a base de caros procesos judiciales para asentar el control de algo que desde su nacimiento esta fuera de control: “la información en internet”.

Amparándose en eso del “honor” o en juicios maratonianos, donde las denuncias se perpetúan y el personal se acojona visto el berenjenal económico que les espera, los poderosos de toda la vida se meten en harina, en definitiva lo que se pretende es ser un moderador de internet. No os dejéis llevar ni confundir por las lindeces del idioma son los censores de toda la vida, los hubo en la transición y los hay en democracia.

Pero no olvidemos que la ley, su ley, no tiene porque ser nuestra ley, la ley ampara muchos actos ruines y mezquinos que nunca entrarán ni en mi ética ni en mi moral. Amigos, que no os ablanden el cerebro ni jueces, ni polí­ticos, ni artistas, ni gobierno ni empresarios con animo censor. Por mucho que adornen su discurso la censura es algo deplorable y cualquiera que pretenda asistir a un ejercicio de dominación es simplemente un censor.

Aquí­ tenéis los últimos actos de censura:

Todas estas maquiavélicas situaciones son fruto de la hegemoní­a de un poder económico y una animo de lucro que la fluidez de información pone en riesgo, todas estas pataletas me recuerdan a los tribunales inquisitoriales, con miedo a la nuevo y con ganas de generar temor para conservar su poder, son dinosaurios que no están sabiendo adaptarse.

En el primer caso, el de Ausbanc, Ausbanc lo que pretende es silenciar la realidad de un sector un tanto tocado. Esta empresa quiere acallar rumores y ha cogido a Rankia para frenar las criticas y las incertidumbres sobre su negocio, todo un ejercicio de hipocresí­a financiera.

En el segundo caso, el sector turí­stico pretende mas de lo mismo, quiere callar las criticas y que estas sean controladas por ellos ¿Que sentido tiene? Ninguno, otro ejercicio de hipocresí­a.

El ultimo punto es quizás un poco más complejo, pero una gran salvajada. Los ISP pretenden espiarnos, cosa que hacen ya, pero esta vez abiertamente para ver cuanto trafico P2P circula por sus clientes. Para empezar el P2P sirve para compartir muchas cosas no solo material con copyright, puedes bajarte un libro que nadie publico y que su autor regala, fotos de amigos, distribuciones de software libres. Basándose en el trafico de P2P quieren catalogarte y prohibirte el uso de una herramienta que proporciona una cultura inimaginable a la que nunca tuviste acceso ni desde las librerí­as ni desde las bibliotecas, libros que nunca se editaron en España, libros que están descatalogados…

Por otro lado poner filtros a las redes P2P es poner puestas al campo, las redes P2P pueden basarse en protocolos especí­ficos o basarse en protocolos de correo, ftps… filtrar esa información es un trabajo imposible que terminarí­a saltándose la gente corriente.

Para los ISP ahorrarse trafico P2P es tener más ganancias y a su vez tienen el respaldo de sociedades de autores como la SGAE y por lo tanto de partidos polí­ticos donde la SGAE tiene metidas las pezuñas.

Así­ esta el panorama la inquisición ha vuelto.

2 Comentarios para “La censura de los democrataculturetas”

  1. El Risitas

    Ahora es cuando viene el Roberto ese y dice que le censuráis… Vais a ver..

    ¡Esta loco!

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