El conflicto contra la especulación urbanística que se está viviendo actualmente en Burgos y que, hasta el momento, se ha saldado con tres noches consecutivas de disturbios y enfrentamientos, vivió durante la noche de ayer sábado 8 de noviembre uno de sus momentos de mayor tensión. La asamblea convocada en la Plaza del Cid para decidir cómo dar continuidad a las movilizaciones contra la remodelación de la Plaza de Toros trasladó sus protestas has las propias inmediaciones de la residencia de Javier Lacalle, el polémico ático por el que fue procesado el alcalde de Burgos, donde se registraron cargas policiales y el primero de los detenidos de la noche.
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La cerrazón institucional está consiguiendo convertir las calles de Burgos en un auténtico escenario de guerra a través de una escalada de la tensión en la que los gobernantes sólo saben responder con el monopolio de la violencia frente a las reivindicaciones sociales.
Burgos vivió ayer sábado su tercera noche consecutiva de enfrentamientos originados por las protestas contra la remodelación de la Plaza de Toros y la especulación urbanística. Un conflicto social que lleva meses gestándose y que recrudece la fractura social que desde hace tiempo se viene experimentando en nuestra ciudad.
En la zona de San Agustí los manifestantes fueron recibidos por un importante despliegue de antidisturbios que, presa del nerviosismo, realizaron cargas indiscriminadas procediendo a la detención de una persona. Una situación que provocó que los disturbios, las carreras y los enfrentamientos se extendieran por el centro de la ciudad originando la detención de cuatro personas más que, tras pasar por dependencias policiales, han sido puestas esta mañana a disposición judicial. Tas su puesta en libertad, han sido recibidos por una concentración de apoyo que desde la Comisaría de Burgos se ha trasladado a los juzgados de la Avenida Reyes Católicos.
Según han apuntado diversos testimonios a los que ha tenido acceso DV, el nerviosismo de las fuerzas policiales podría deberse a las órdenes marcadas por sus superiores políticos de evitar a toda costa que las protestas llegasen a oídos de Javier Lacalle. Un ático construido por el empresario Méndez Pozo y que ocasionó que el primer edil burgalés fuese encausado en un proceso por corrupción, causa penal que, si bien ha ido sobreseída, ilustra de manera elocuente hasta donde llegan las redes clientelares en Burgos.
Por otra parte, a través de una rueda de prensa realizada esta misma mañana, José María Arribas, Subdelegado de Gobierno de Burgos, ha amenazado con la apertura de expediente sancionador a varias personas identificadas aleatoriamente como promotores de las protestas. La Asamblea contra la Especulación ha valorado las declaraciones del Subdelegado del Gobierno como un gesto que aviva aún más la tensión y que pretende atemorizar a los ciudadanos para evitar que participen en las protestas sociales. Movilizaciones que, lejos de remitir por la represión policial e intoxicación mediática, tendrán su continuidad mañana lunes a través de diversas iniciativas.
El movimiento contra la especulación urbanística que se ha propuesto paralizar las obras de remodelación de la Plaza de Toros alcanza su punto de inflexión tras varias semanas de protestas ciudadanas. La conflictividad y la escalada de la tensión que ha originado este nuevo conflicto social que en menos de un año vuelve desarrollar un guion muy similar a los acontecimientos que originaron el levantamiento del barrio de Gamonal en enero de 2014, está lejos de disiparse de las calles de Burgos. Más aún cuando los enfrentamientos se han visto extendidos por las calles del centro de la ciudad poniendo de manifiesto que, la especulación no es una cuestión que afecte tan sólo a los vecinos de Gamonal, sino que se trata de una problemática que implica a todos los habitantes de Burgos.
Las siguientes jornadas serán cruciales para determinar hacia dónde se encaminan los acontecimientos en un conflicto sembrado de incógnitas en el que la cerrazón institucional ha vuelto a provocar que Burgos viva nuevamente inmersa en un auténtico estado de excepción.
Udaipur
Conflicto social o delincuencia ? Yo lo tengo claro.
Estos hechos responden de forma clara a un acto de delincuencia cometido por jovenes de un resto social desfavorecido por su propia estupided y necesidad de protagonismo, traduciendose en una gran carga para el obrero, que dia a dia con su trabajo, saca adelante a toda esta carga social, como si ya no fuera poco lo que tenemos. No representais a nadie, unicamente a vosotros mismos. ¡¡¡¡¡fuera de Gamonal!!!!!! Existen muchas formas de manifestar un desacuerdo, sin llegar a la delincuencia. En Gamonal vivimos 60.0000 personas. El silencio tambien cuenta. Me averguenzo de ser de este barrio, Gamonal es mucho mas que un nido de delincuencia.
Anónimo
Rasgarse las vestiduras ante Los cristales rotos es legítimo, pero parece que no hay el mismo sentimiento cuando la corrupción y la especulación quieren hacer negocio.
Este conflicto no es solo de Gamonal,afecta a todos los ciudadanos de Burgos,y se ha llegado hasta donde estamos es porque los políticos siguen haciendo oídos sordos mientras para alimentar los interese económicos de los de siempre.
Awita
Valen más una MUJER y un HOMBRE gritando que mil callad@s.
Nihil
MADERO PESADO DEJA DE MOLESTAR!
Menelao
@Udaipur. Criticas a los que luchan pero no a los que especulan y roban. Esos sí que son una gran carga para el obrero. Pero tu a esos callas. Eso tiene un nombre: COBARDíA