Publicado por DV & archivado en Burgos, Represión.

Avenida CidDurante el transcurso de la pasada Huelga General del 29 de marzo de 2012 se produjo una desmesurada carga policial a la altura de la Avenida del Cid que se saldó con varias personas detenidas y otras tantas heridas. Mientras uno de nuestros habituales colaboradores tomaba imágenes de lo que estaba aconteciendo, un policí­a local le arrebató la cámara de sus manos. Tras varios dí­as de infructuosa búsqueda  se descubre que dicha cámara se encuentra en las dependencias de Objetos Perdidos de la propia Policí­a Local. Solo tras haber interpuesto una denuncia, y después de varios meses de espera,  la cámara digital ha sido finalmente devuelta a su propietario. Sin embargo, en dicha devolución no se incluye ni las pilas ni  la pertinente tarjeta de memoria donde se almacenan las fotografí­as.

Puede parecer el argumento de una novela negra o de un vodevil tragicómico, pero sin embargo la historia de la cámara digital arrebatada por parte de la Policí­a Local la pasada jornada de Huelga General del 29 de marzo de 2012, pertenece al más crudo género realista (o surrealistas) en el que, como suele ser habitual, la realidad supera con creces la ficción.

Existen en nuestra ciudad episodios similares que pueden servir como precedente, quizás el más conocido sea el de la sustracción de una cámara digital por parte de un agente de la Policí­a Local a un vecino de Gamonal mientras se encontraba tomando imágenes de los conocidos  incidentes que se estaban produciendo en la avenida Eladio Perlado en agosto de 2005.

Tras la sustracción de la cámara el pasado mes de marzo comienza un tortuoso periplo cuya geografí­a se extiende desde dependencias policiales a la sede del juzgado, con varios viajes de ida y vuelta, hasta que finalmente la cámara aparece en la oficina de Objetos Perdidos de la Policí­a Local.

Denuncia 1

Denuncia 2

Es necesario señalar, como ya se ha venido explicando, que la devolución de la cámara se realiza sin las pertinentes pilas ni la tarjeta digital donde se almacenan las imágenes.  Ante la exposición de esta circunstancia, el agente de Relaciones Externas de la Policí­a Local que realiza la devolución  con manifiesta sorpresa, sincera o fingida, afirma desconocer los pormenores de la situación e incluso plantea la posibilidad de adquirir una nueva memoria que serí­a abonada por la propia Policí­a Local tras presentar la pertinente factura de la misma.

Tal propuesta es evidentemente rechazada porque el objetivo de la denuncia no ya es conseguir una nueva memoria a toda costa, sino tratar de esclarecer por qué se produce la sustracción de la cámara y dónde ha ido a parar la tarjeta de memoria,

Por último añadir que tras la entrega de la cámara digital la denuncia por hurto ha sido archivada sin que hasta el momento nada se sepa de la tarjeta de memoria.

2 Comentarios para “La extraña odisea de una cámara digital”

  1. gerardin

    son unos cobardes los cuerpos policiales de esta ciudad no quieren ser responsables de su falta de intelegencia a la hora de solucionar un problema.

  2. queasco

    Menudos cabrones, como tienen miedo de que la gente vea lo que hacen en su jornada laboral…

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