Publicado por DV & archivado en 15M, Entrevistas, Internacional, Lucha.

Miembros de la Federación Anarquista Francófona, o Fédération Anarchiste han contestado a una serie de preguntas planteadas por DV sobre el estado de la lucha contra la nueva Ley del trabajo, centrándonos en las nuevas formas de lucha y la conjunción con las viejas estructuras, como el mí­tico sindicato francés CGT o los partidos polí­ticos han llegado a confluir con movimientos horizontales como la “Nuit debout”. Ahondaremos también en su visión sobre las protestas, la lucha, la violencia y el extenso debate que ha generado esta en Francia.

FA

Lamentablemente nuestra sociedad está muy influenciada por los medios de comunicación tradicionales. Vuestra lucha contra la ley El Khomri en nuestro paí­s no ha transcendido y casi no ha habido noticias debido a un proceso electoral. La “Nuit debout” es un tabú en boca de nuestros periodistas y apenas hay noticias sobre ello. La “Nuit debout” ha ilusionado a muchos de nosotros y es muy interesante por su parecido con el 15M, con la derrota(la aprobación de la ley) ¿Su espí­ritu continua? ¿Se ha diluido?, ¿Cual crees que es su futuro?.
El hecho de que la lucha de los trabajadores franceses contra la ley El Khomri haya sido muy poco retransmitida por los medios de comunicación internacional no es sorprendente: de hecho, el proyecto de sociedad que implica esta ley es ampliamente compartida por los gobiernos de otros paí­ses. Era necesario evitar mostrar que en alguna parte los trabajadores luchan contra este modelo de sociedad. Además, la función de los medios de comunicación no es proporcionar una información imparcial si no que obedece los mandatos del poder. Los medios de comunicación son propiedad de sus accionistas y son ellos los que deciden lo que deben contener.

La baja difusión de información por parte de personas que lucharon en contra de esta ley es una tragedia y muestra que el movimiento anticapitalista está detrás de las iniciativas tomadas por el sistema capitalista de maximizar sus ganancias. Hemos recibido un mensaje de apoyo y solidaridad de un grupo de trabajadores de Rí­o de Janeiro, mientras que esta lucha debe interesar a todos los trabajadores del mundo. Este mensaje de Rí­o de Janeiro, decí­a que precisamente lo que estaba ocurriendo en Francia fue el presagio de lo que vendrí­a en otro lugar, y que la lucha de los trabajadores franceses mostró el camino a los trabajadores brasileños que sufrirí­an el mismo destino. Creo que el movimiento libertario no estaba a la altura de la situación y tiene que aprender para el futuro (http://monde-nouveau.net/IMG/pdf/communique_bresil_greves_en_france.pdf).
Pese a parecer iniciativa de un gobierno supuestamente “socialista”, la aplicación de medidas contra los trabajadores es fruto de un plan general desarrollado por las instituciones de Bruselas. En este caso, el gobierno francés es el ejecutor de un programa decidido en otro lugar. Su única originalidad es que es un ejecutor mucho más celoso.
En cuanto a las perspectivas de futuro, las organizaciones sindicales que han producido su propia lucha, sobre todo la CGT, también una organización llamada SUD (Solidarios, unitario, democrático), aunque numéricamente más pequeña pero muy activa, han dejado claro que la lucha no ha terminado y que se reanudará en septiembre, es decir, después de las vacaciones de verano.
Una unión llamada « Force ouvrií¨re » (fuerza obrera) también estuvo presente, pero más marginalmente, de forma desigual entre las regiones. En Rennes, en Bretaña, donde nuestros compañeros son muy activos, esta organización participó también en la lucha. Es necesario tener en cuenta que también que la CNT francesa, aunque numéricamente pequeña, participó de forma muy activa.La gran mayorí­a de la población francesa se opone a esta ley. No podemos decir que la lucha contra la Ley del trabajo terminará positivamente para nosotros. Esto es algo que, obviamente, no puede se anticipar, pero la aplicación de esta ley augura, en mi opinión, graves luchas futuras. Es posible que nuestro gobierno “socialista” haya abierto la caja de Pandora y contribuya al aumento de los conflictos sociales.

La “Nuit debout” ha sido duramente criticada por la puesta en práctica de esas “manif sauvages” (Manifestaciones salvajes). ¿Crees que se ha hecho daño al movimiento con estas prácticas?.
No es la “Nuit debout” la que recurrió a la violencia, ni sus actos se caracterizan por ser llamados “salvajes”, incluidos los eventos autorizados por las autoridades, la gran masa de la población se oponí­a a la nueva ley del trabajo. La violencia por parte de los llamados “casseurs” (aquellos que rompen en francés) fué obra de una parte de los manifestantes.
Se ha convertido en un fenómeno sociológico común: cuando se produce algún conflicto social, 2 o 300 personas aparecen constantemente para romper mobiliario urbano, para enfrentarse a la policí­a. Es difí­cil saber sus motivaciones internas. Creo que en parte es el sentimiento de rabia por una sociedad que no tiene nada que ofrecerles; enfrentarse a la policí­a es una manera para que manifiesten esta rabia. Algunos de ellos son grandes militantes y se encuentran en la corriente de ultra-izquierda o autónoma también llamados anarquistas insurreccionales. No podemos saber sus motivaciones quizás la simple búsqueda de una descarga de adrenalina. Pero sé que en realidad piensan que su enfrentamiento con las fuerzas de policí­a es un acto polí­tico con probabilidades de desestabilizar el Estado.

Esto es en mi opinión un gran error de análisis. Estas personas no tienen idea de la potencia a disposición del Estado para controlar, suprimir, manipular o incluso liquidar a sus oponentes.

Los agentes de policí­a se han quejado abiertamente de sus autoridades. Es obvio que el gobierno tení­a la intención de dejar las cosas desbordarse y esto les permitió desarrollar una violencia que luego justificarí­a la represión. La policí­a, que intervino en los disturbios y actos violentos de las manifestaciones no eran experimentados agentes de policí­a y entrenados para este tipo de situación. El gobierno francés podrí­a haber mandando unidades de policí­as capacitados y habrí­a sido suficiente neutralizar los disturbios. Si el gobierno no lo ha hecho, es porqué la violencia les beneficiaba en su propaganda contra los oponentes de la ley laboral. Sin embargo, esta estrategia no funcionó porque no disminuyó la oposición a la ley de la opinión pública. Tienes que ser muy ingenuo pensar que los violentos no juegan un papel esencial en la propaganda del gobierno en contra de la ley El Khomri.

Para concluir sobre este tema, hay que subrayar que la verdadera violencia masiva fue utilizado por el gobierno “socialista” contra los manifestantes, sino también, en general, desde hace años por la penalización del conflicto social. Esta violencia se produce en muchos campos cada vez que aparece un poco de oposición organizada a una polí­tica del gobierno. La verdadera violencia es la violencia de estado, la violencia social impuesto por el estado.

El 15M fue un movimiento pací­fico que pese a que no llegó a condenar la violencia no la usó, sin embargo las fuerzas policiales si la emplearon, hubo mucho debate entorno a esto. ¿Crees que hay una estrategia en la violencia? ¿Crees que el uso de la misma hace menos empaticos a ciertos sectores de nuestra sociedad y que el gobierno la usa convenientemente?
La cuestión del uso de la violencia es un falso problema, en mi opinión. Para aquellos que están indignados por las acciones injustas o arbitrarias y son partidarios del uso de la violencia, hay que recordarles que el liberalismo polí­tico del siglo XIIX (el liberalismo actual) se basa en la idea del uso de la violencia contra el despotismo, contra un régimen injusto, es legí­timo. Casi hemos olvidado este principio en la actualidad.
De manera significativa puede estar relacionado ,aunque sea inconscientemente, con este espí­ritu que se realizó el 23 de febrero de 2016, en la Bolsa de Trabajo en Parí­s, un encuentro público titulado “lo que les hace tener miedo”, para movilizar a la gente y para “converger luchas dispersas, ya sea contra el aeropuerto de Notre-Dame-des-Landes, de la de los trabajadores de Goodyear, los maestros contra la reforma de la universidad … “.
Cuando el movimiento revolucionario español y libertario principalmente, se levantaron en masa en julio de 1936 contra el golpe de Franco, habí­a un uso de la violencia innegable, a partir de un movimiento de masas y organizado. Estos ejemplos no son comparables a la violencia urbana por una pequeña minorí­a de personas sin apoyo de las masas, sin organización personas que, por otro lado, se oponen a cualquier forma de organización.

Los libertarios no pueden condenar la violencia en el principio, porque en algún momento se sabe que el sistema capitalista se resistirá ferozmente a cualquiera que intente desafiar su dominio: serí­a inducir a error a las personas que ignoran esto. Sin embargo, algunas ventanas rotas en una manifestación no ponen en peligro la dominación financiera e industrial del capital.
La violencia, que a menudo acompaña a las protestas, ofrece el pretexto para muchas provocaciones. He asistido en mi larga trayectoria como activista a numerosas manifestaciónes de protesta, y en ellas he podido comprobar como en varias ocaciones un pseudo “manifestante” que acababa de romper el escaparate de una tienda, hablaba inmediatamente después con toda tranquilidad con la policí­a uniformada. Obviamente era un agente provocador y esta táctica ha sido ampliamente utilizada por los gobierno.

Creo que no hay un uso “regular” de la violencia. Hay un uso adecuado y el uso innecesario de la violencia. El levantamiento de masas de 19 de julio de 1936 en Barcelona fue oportuno.. Pequeñas picaduras de mosquito contra un aparato de Estado cuyas fuerzas tienen a su disposición medios desorbitados contra un puñado de “insurreccionalistas”, son inútiles.

La violencia, la insurgencia, no son un fin en sí­ mismo, y mucho menos una estrategia : es un medio que debe ejercerse en las circunstancias, y con precaución. Bakunin dijo que los que se hacen responsables de desencadenar una revolución tienen el deber de tener éxito.

La violencia marginal que vemos en las manifestaciónes puede asustar a una parte de la población debido a que los medios amplifican en gran medida su impacto. Desde luego, el Estado no tiene miedo; le proporcionan al contrario los pretextos para aumentar las medidas represivas y el armamento de la policí­a.

¿Se ha debatido en la “Nuit debout” sobre como legitimar el uso de la violencia?
No, no creo que el movimiento haya intentado legitimar la violencia, el movimiento se ha centrado en combatir las acciones represoras que ha provocado la oposición a sus medidas.
Corresponde al gobierno mantener un cierto grado de violencia. La confiscación sistemática de las cámaras, así­ como los esfuerzos puestos en marcha para evitar que los manifestantes recogiesen los fragmentos de granadas tiene como objetivo, naturalmente, borrar cualquier evidencia de la violencia policial.
¿Crees que ha habido contradicciones entre la Nuit debout y los sindicatos tradicionales? A muchos nos ha llamado la atención ver reunirse a lideres de cgt con el gobierno.
Muchos sindicalistas asistieron a las reuniones de la “Nuit debout” y creo que podemos decir que el movimiento de oposición cobró impulso cuando el movimiento sindical, sobre todo la CGT, decidió tomar las cartas en el asunto. En la “Nuit debout” algunos temí­an que su movimiento fuera recuperado por los sindicatos y los partidos.

Sin embargo, es significativo que un movimiento masivo de protesta muestre una naturaleza mas propia de la “sociedad civil” y no de los sindicatos y los partidos de quién era, podrí­amos decir, la función con la que este movimiento nació. Me parece bastante positivo, en realidad. Pero también me parece positivo que el movimiento sindical haya tomado el relevo.

El perí­odo de las vacaciones de verano es un perí­odo tradicional de “tregua social” – un poco forzado, por falta de combatientes pero a menudo la lucha se reanuda en septiembre. Es posible que este sea el caso este año. Dicho esto, hay que decir que el verano es a menudo la ocasión para que el Gobierno cumpla las peores medidas antisociales, a sabiendas de que no habrá ninguna reacción.

El 15M se diluyó de la peor manera, con un partido polí­tico que aprovechó toda su fuerza para convertirla en votantes. ¿Crees que la Nuit debout puede tener el mismo final?
No creo que la “Nuit debout” sea recuperable por un partido polí­tico, porque en Francia hay una gran desconfianza de la polí­tica. La “Nuit Debout” fue una reunión que iba a ser “apolí­tica”, es decir, no iba a estar ligada a ninguna organización polí­tica. Todo comenzó el 31 de de marzo del año 2016 después de una manifestación en contra de la “legislación laboral”, presentado por Myriam El Khomri, Ministra de Trabajo. Las reuniones se llevan a cabo regularmente, a veces a diario como en Parí­s, y tení­an como meta alcanzar “la convergencia de las luchas” más allá de la oposición a la “legislación laboral” y el desafí­o general a las instituciones polí­ticas del capitalismo. De hecho, este movimiento ha tomado las iniciativas que la izquierda “institucional” – partidos y sindicatos – deberí­an haber tomado.

El espí­ritu de este movimiento estuvo en lí­nea con otros movimientos de protesta globales que han surgido en España, los EE.UU. o Grecia, y no tiene ningún lí­der ni portavoz y las decisiones son tomadas por consenso en las juntas generales.

Con la “Nuit Debout” tenemos un caso interesante de movimiento de protesta social cuya iniciativa no proviene del movimiento obrero (en general),
sino de asociaciones y movimientos de la “sociedad civil” a la que los sindicatos comenzaron a sumarse varias semanas después de hacer sus reservas y su propia visión.

La cuestión era si la unidad entre los dos movimientos se se harí­a realidad o el movimiento sindical, una vez iniciada la sinergia querrí­a modificar su trazado y tomar cartas en el asunto dirigiéndolo – lo que habrí­a confirmado las reservas formuladas por los actores de “Nuit debout” que temí­an la “recuperación”.

Al mismo tiempo, las reuniones de la Plaza de la República y en otras partes habí­an llegado a su lí­mite de alguna manera, y tal vez incluso su objetivo: los participantes podrí­an haber continuado indefinidamente con reuniones sin poner una dificultad real para el poder, si bien las huelgas en las refinerí­as y centrales eléctricas, en los ferrocarriles, etc. han constituido un medio real de la presión. Esto es en realidad lo que sucedió: las acciones del movimiento sindical han ensombrecido un poco, en la prensa, las asambleas de la “Nuit Debout”.

En España muchas personas entienden con resignación que sus hijos vivirán peor que ellos, menos derechos sociales, ¿Cual es el sentir francés antes y después de la reforma?
Tradicionalmente, el concepto de “progreso social” implica una mejora gradual de las condiciones de vida de los trabajadores, de la población en general. En Francia, las luchas sociales que irrumpieron desde principios del siglo XX eran pasos progresivos para mejorar el requisito de salario en cada generación. El corto perí­odo del movimiento anarquista de finales del siglo XIX y principios del XX desafiaba la idea de una mejora gradual de la situación de los trabajadores debido a que preferí­an participar en luchas que condujeran directamente a la revolución; pero estos anarquistas han llegado a comprender que esta actitud los aí­sla de la clase obrera.
Hubo una huelga general en 1906, minuciosamente preparada por la CGT durante dos años, para tener la jornada laboral de 8 horas. En ese momento se trabajaba 12 o 14 horas al dí­a. Los anarquistas, muchos en la CGT en ese momento, estaban activamente involucrados en la organización de la huelga cuya perspectiva tenia aterrorizada a la burguesí­a. Los periódicos de la época informaban que las personas debí­an almacenar suministros en caso de revolución.
Durante diez años, todos los congresos obreros dijeron que la huelga general fue la revolución social.

Los congresos obreros de aquella época afirmaron que la huelga general era la revolución, el medio para para llegar la revolución social y la expropiación capitalista.
Lo mencionado quiere decir que el “poder” no está en la calle, pero sí­ en los negocios, y que si queremos asustar a la burguesí­a, no sirve de nada romper ventanas, es mejor colectivamente echar mano de empresas y ponerlas a funcionar por nuestra cuenta.

Los crí­ticos del movimiento sindicalista revolucionario dicen que esta huelga general de 1906 fracasó ya que no se obtuvo la jornada de 8 horas, pero la huelga general desencadeno un proceso de negociación en muchas empresas, donde el tiempo de trabajo disminuyó substancialmente y hubo aumento de los salarios de trabajo. Pero activistas y anarquistas, en particular, pagaron un alto precio por su participación en la huelga debido a la represión que la siguió.

Hubo avances y retrocesos, pero en general cada generación ha vivido mejor, tení­a una mejor atención, se encontraban mejor ubicados, mejor alimentados, mejor educados que las generaciones anteriores. Se consideró que esto era algo normal. Este no es el caso ahora. Este crecimiento se ha detenido ahí­ veinte años: hoy, por primera vez desde la revolución industrial, es decir, desde mediados del siglo XIX, las generaciones más jóvenes experimentan una situación en la regresión a la de sus padres. Mientras que Francia fue uno de los pocos paí­ses industrializados, donde la tasa de natalidad fue positiva, se retrocede. Y recientemente hemos aprendido que la esperanza de vida de los franceses ha disminuido – es también excepcional. Pero esta regresión – a nivel mundial – esta vinculada, en mi opinión, con la contra-ofensiva del capitalismo, ya que el perí­odo de Reagan-Thatcher, que lleva a destruir a los beneficios sociales y servicios públicos.

En España los sindicatos tradicionales tienen nula militancia juvenil y a su vez hay un alto paro. ¿Crees que en Francia puede pasar lo mismo?
Honestamente, no sé las estadí­sticas de edad adherentes movimiento sindicalista francés, pero dentro del movimiento libertario, que yo sepa, no hay jóvenes sindicalistas de 18 años, sin embargo si hay muchos activistas de 25 a 45 años. Estar en el paro, que es el caso de los más jóvenes, obviamente, no anima a organizarse. Sin embargo, es significativo que la CGT, siendo el sindicato más “radical” (relativamente hablando, por supuesto), conserva su influencia en las elecciones sindicales.

Muchas personas se resisten a los sindicatos, sé que muchas personas tienen una especie de repulsión hacia ellos. Hubo fuertes crí­ticas en contra de las recientes huelgas en contra de la legislación laboral, como en 1906 y también en 1936 durante la huelga general que consigió por primera vez dos semanas de vacaciones pagadas. Que nunca se impide que quienes se oponen a las huelgas se beneficien de los resultados obtenidos por aquellos que lucharon por ellos. Yo he militado en la Federación de Artes Gráficas de la CGT, tení­a responsabilidades regionales y nacionales: vi una gran cantidad de jóvenes muy entusiastas. Pero yo sólo hablo de lo que vi.

¿Está cayendo el telón de la democracia? Aprobar la ley laboral en Francia ha sido todo menos democrático.
Lo menos que podemos decir es que el proceso de determinación de la ley es “antidemocrático”. La mayorí­a de los parlamentarios, entre ellos la izquierda, estaban en contra de la ley y más del 70 % de los franceses estaban en contra. El gobierno ha utilizado una sección de la Constitución, el artí­culo 49.3, que le permite adoptar una decisión sin debate en el Parlamento: sólo una deliberación en el Consejo de ministros (el gobierno).

No voy a entrar en detalles, pero esta decisión lo vuelve bastante despota. De hecho, este es un sistema muy monárquico, una vuelta al antiguo régimen donde el rey firmaba sus edictos con la fórmula : »porque tal es mi placer ». La mayorí­a de la gente en Francia considera este sistema absurdo.

Muchos no distinguimos ya la izquierda de la derecha y fue uno de los lemas del 15M. ¿Crees que en Francia está pasando algo parecido?, ¿Qué sentir general tiene un votante de izquierdas con una reforma laboral tan neoliberal?

El poeta francés, Jacques Prévert, escribió que “no hay que dejar que los intelectuales juegen con fósforos.” Era inevitable que en el movimiento de « Nuits debout » algunos intelectuales se sienten atraí­dos por el 15M, el precedente español, y por el concepto apreciado por Gramsci, de « intelectual orgánico » responsable de expresar los sentimientos de las masas.
« Afirmando querer “construir un pueblo” para una “democracia radical”, los intelectuales “orgánicos” solo modernizan su antigua función auto-nombrada de ser una suerte de guí­a ilustrada de la clase obrera. » (Monde libertaire hors série n° 63, janvier-février 2016, « Podemos, une démocratie radicale ? »)

Mucha gente piensa que el actual gobierno socialista está tomando medidas que un gobierno de derecha no se atreverí­an. Mientras tanto, creo que con la ley El Khomri, el Partido Socialista se verá completamente desacreditado por un largo tiempo, a menos que cuente con la amnesia de los votantes.

¿Cuánto hace que no se distingue entre derecha e izquierda se reduce? Se puede decir que pocas personas consideran al Partido Socialista como “izquierda”, tan solo algunos partidos pequeños de izquierda, con baja, poca influencia y divididos son algo visibles. Y luego está la CGT, el sindicato principal. Durante la lucha en contra de la ley del trabajo, sucedió algo muy interesante: habí­a algunos artí­culos en la prensa diciendo que la CGT iba a volver a sus principios sindicalistas revolucionarios: la acción directa, independencia de los sindicatos, etc.
Por supuesto no deberí­amos hacernos demasiadas ilusiones sobre este punto, pero mientras esperamos la vuelta de las movilizaciones se puede terminar el verano soñando un poco …

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* Si alguien quiere decubrir más sobre este tema y puede leer francés desde la FA nos invitan a leer un número especial de su revista donde escriben sobre este tema.

Un Comentario para “Entrevista a la Federación Anarquista Francesa sobre la lucha contra la reforma laboral”

  1. Eric Vilain

    Compañeros
    Me gustó que contribuye a esta entrevista.
    Sin embargo, me gustarí­a añadir que me he expresado personalmente, porque no tení­a mandato para responder a las preguntas en nombre de la Federación Anarquista francofona.
    No creo, sin embargo, han estado en oposición a las opiniones de mi organización.
    Cordialmente
    E.V.

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