Existen corrientes subterráneas en la historia que horadan caminos hacia lo inesperado. Una de ellas debe discurrir paralela a las aguas del Arlanza, porque en Puentedura -un pequeño pueblo a sus orillas- ha vuelto a brotar un hecho que no responde a los dictados del Pensamiento íšnico, de la Historia escrita con mayúsculas: entrando desde Covarrubias, con la mirada ya puesta en sus primeras casas, en una fachada se dibuja lo que borran en las oficinas de la censura. “Quien controla el presente controla el pasado, y quien controla el pasado controla el futuro”, advertía George Orwell el 1984.
Si, de alguna manera, todavía queda un hilo de imaginario que no ha sido reducido a pura mueca de consentimiento, es que el círculo de la dominación no se ha cerrado por completo, del todo; es que aún queda alguna batalla por librar.
UN PUEBLO SE CONSTRUYE,
EN SUS LUCHAS, SUS FIESTAS, SU MEMORIA…
Jeronimo
!! Grande Puenteduea !!!
Lydia
Gracias a los artistas que nos han ayudado a decorar nuestras paredes.