Publicado por DV & archivado en Burgos, Especulación, Represión.

En breve darán comienzo los diferentes juicios que ven como procesados a una serie de vecinos acusados de oponerse a la cosntrucción de un parking subterraneo en la Avenida Eladio Perlado. Desde DV aprovechamos para solidarizarnos, una vez más, con todos ell@s. Reproducimos a continuación un cartel aparecido en dicha avenida dí­as despues de la indiscriminada carga policial de agosto de 2005 en Gamonal. En el curioso cartel, puede apreciarse una sutil referencia a las pistola que perdiera una agente de la policí­a local, hecho que en su dí­a fue cubierto por un pacto de silencio por las diversas autoridades locales, y que no fue aclarado (torpemente) hasta meses despues.

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http://klinamen.org/noalparking/

La noche del 18 de Agosto de 20005 el burgalés barrio de Gamonal se levantó en revuelta contra la construcción de un aparcamiento subterráneo, viviendo una noche de disturbios y cargas policiales. En una de estas cargas, varios agentes perdieron su arma. A continuación publicamos una noticia aparecida en el Diario de Burgos,con fecha 24/6/06 en la que se detallan estos acontecimientos.
La noche de las armas arrojadizas.
El Gobierno zanja el enfrentamiento por la actuación policial en Eladio Perlado-Fueron dos las armas perdidas y eran municipales.

P.C.P/ Burgos
Los libros de historia no reservarí­an tanto espacio a la noche de los cuchillos largos (del 30 de junio al 1 de julio de 1934), de no ser por el poder absoluto que le confirió la cruenta purga a Hitler y las consabidas consecuencias posteriores. Sin sangre, pero con llamas, los disturbios de Eladio Perlado llevan camino –si no lo han completado ya- de trascender de la mera algarada de unos vecinos ofuscados y cuatro violentos que aprovecharon la coyuntura.

La noche del 18 de agosto no solo pervive en la memoria de la ciudad, especialmente en la de los vecinos de Gamonal, y en el Juzgado de Instrucción número 1 de Burgos, que tramita las diligencias contra los 7 imputados. También colea en otros ámbitos, como la Cámara Baja. Y no precisamente a instancias de los representantes elegidos por los ciudadanos burgaleses.

Los incidentes registrados aquel dí­a sobrepasaron fronteras al dí­a siguiente, como portada de informativos y fotografí­a destacada en varios periódicos. Puede que fueran esa noticias las que despertaran la preocupante curiosidad de José Antonio Sacristán Rodrí­guez, senador por Palencia adscrito al Grupo Parlamentario Popular. Su inquietud le llevó a plantear el 14 de septiembre de 2005 una serie de interrogantes sobre la actuación policial en el barrio burgalés. Los rumores y acusaciones cruzadas sobre la perdida de varias armas reglamentarias de la Policí­a Local y Nacional en aquella intervención abrieron una mini-crisis entre Ayuntamiento y Subdelegación del Gobierno, en la que tuvieron que intervenir el alcalde (Juan Carlos Aparicio) y Berta Tricio.

El senador palentino disparaba con bala en la introducción a sus preguntas al asegurar que “durante la carga policial…, según se ha reconocido, a varios agentes de la Policí­a Nacional se les cayeron las pistolas de los cinturones, hecho injustificable y de consecuencias que serí­an extremadamente graves si las armas hubieran caí­do en manos de delincuentes a terroristas”, explica sin citar la fuente de esas afirmaciones.

La respuesta del Gobierno se ha hecho esperar durante nueve meses pero ha llegado. En ella se explica textualmente que “en el transcurso de la intervención policial, a un funcionario del Cuerpo Nacional de Policí­a se le cayó el arma reglamentaria, siendo recogida y entregada inmediatamente al funcionario por la inspectora que iba justa detrás de él, por lo que no se puede hablar de perdida” remarca.

Sin embargo, deja bien claro que “dos miembros de la Policí­a Local si perdieron sus armas reglamentarias, un revolver y una pistola”, esa noche. El primero “fue entregado por el dueño de un establecimiento de hostelerí­a a un funcionario del Cuerpo Nacional de Policí­a, que a su vez se lo entregó al Inspector Jefe, quien se lo hizo llegar al mando de la Policí­a Local”, mientras que “la pistola fue recuperada al final de la noche, en un jardí­n de la citada calle, después de una “batida” por la zona por parte de ambos cuerpos”, detalla.

El Gobierno concluye que tanto el Jefe Superior de Policí­a como la Subdelegada del Gobierno fueron informados esa misma noche por el Inspector jefe de la Comisarí­a.

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3 Comentarios para “Refrescando la memoria…”

  1. liber

    Lo que a ti te pasa es que eres u ignorante de la vida… si te solidarizas con los pobres gamonaleros por el parking es que no vives allí­, donde hace falta tres o cuatro milagros para poder aparcar el cohe gracias a Dios que la policí­a hace la vista gorda, de no ser así­ medio Burgos habrí­a tenido que ir a recojer su coche a vete tu a saber donde.
    Me alegro de que este ¿diario? no este en manos de alguien como mendez pozo, quien manipula todo lo que quiere la verdad… pero amigo caes en su mismo error, solo que tu no tienenes el dinero que tiene el… una pena, siempre sa acabaa asi, lo que debes hacer es plantearte a verdad desde todos los puntos de vista y ser algo más transijente… me parece imposible pero intentalo

  2. diario

    Para empezar, la imparcialidad no existe, todos somos parciales y los puntos neutrales son meros espejismos. Después de dejar claro que ser imparcial es imposible, nosotros(la gente de DV) que no somos una única persona no nos escondemos tras el telón de la rigurosa neutralidad ni la información sin opinión porque eso no existe.

    Ahora bien, nadie en el artí­culo quiere que no se haga un parking, de hecho a gamonal le hace falta un parking como ya hemos dicho muchas veces en este espacio.

    Pero el parking se hace pensando en los vecinos y con los vecinos, sin arriesgar sus casas y sin reprimirlos. Los polí­ticos merecen escarmientos que en este caso estuvo a la altura de la circunstancias y de su pedanterí­a(la de los polí­ticos). Hoy hay personas a las que se las quiere ajusticiar por todo un barrio, esa es la forma de actuar de los polí­ticos y eso es lo que se critica.

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