Publicado por DV & archivado en Antidesarrollismo, Economí­a, Especulación.

Desde hace unos años el PPSOE ha hecho y planteado varias reformas para poner fecha de fin al dinero físico, es decir, a las monedas y billetes. La última, se debate hoy en el parlamento a propuesta del PSOE.

La moneda es probablemente uno de esos “grandes inventos”, lleva en nuestra sociedad la friolera de más de 2500 años, sin embargo hace mucho menos tiempo otra forma de dinero abordo nuestras vidas, mucho más reciente y novedosa. El dinero digital, en forma de tarjetas de crédito/débito, ha ido entrando en la rutina comercial. Tras ellas, los móviles, relojes y otros dispositivos que se han ido incorporando a nuestras vidas y sobretodo a la de los más jóvenes.

Pese a lo que se pueda pensar, Europa es el epicentro de la sociedad sin efectivo o sin dinero físico, incluso teniendo en cuenta el auge chino. Países como Finlandia, Suecia o Reino Unido aparecen siempre en las estimaciones de los países con menor porcentaje en transacciones con dinero efectivo y en los primeros puestos suelen estar estados europeos. No obstante, no hay estudios rigurosos sobre esto, tan solo son estimaciones o sondeos.

El debate sobre el uso de la moneda digital frente a la física aún no ha aterrizado como es debido en nuestra sociedad. El límite a los intentos de suprimir el dinero físico de los gobernantes de turno en España lo está poniendo el BCE. Ni la calle, ni organizaciones han promovido ni tan siquiera el escepticismo a la conveniencia de una sociedad sin dinero físico. Además el BCE no es una autoridad que se pueda decir estar a favor del efectivo. Ha aplicado políticas contra el efectivo, por ejemplo la decisión de retirar los billetes de 500€ de la circulación. Esta medida incluso se vio bien en las clases sociales más desfavorecidas, pero ¿Te has parado a pensar cuanto ocupan tus ahorros fuera del banco?, ¿te caben bajo el colchón?, ¿a caso los poderosos han dejado de robar gracias a esto?.

Una de las principales razones para defender la supresión del dinero físico es la reducción de la actividad criminal, entendiendo por esto cualquier actividad que intente ocultar sus ganancias. Además los gobiernos pueden controlar mejor las finanzas de sus ciudadanos y tienen más facilidad para recaudar.

Otra buena razón para suprimir el efectivo es evitar la propagación de determinadas enfermedades y aquí es donde el PSOE se ha podido aprovechar de nuestra situación actual. Las enfermedades tras las monedas y billetes no son de origen vírico, son de origen bacteriano, de hecho hay algunas muy relevantes y problemáticas como por ejemplo la salmonela pero en cualquier caso no está documentado ni probado que los virus se transmitan masivamente mediante las monedas, ni tan siquiera el COVID-19, al menos hasta la fecha. Por otro lado es poco probable adquirir una enfermedad a traves del dinero físico, al menos en nuestra sociedad.

Aunque hay más razones para acabar con el dinero en efectivo, en general no son razones que preocupen al común de los mortales, como por ejemplo la dificultad para que empleados roben en negocios, la velocidad del pago o la facilidad de analizar el tipo de compras.

La propuesta del PSOE que hoy se debate en el congreso habla entre otras cosas de garantizar el estado del bienestar, acabar con la “incesante solicitud de bajadas indiscriminadas de impuestos” y la economía sumergida. El discurso del PSOE se basa en que la supresión del dinero físico ayudaría a acabar con el fraude y mejoraría el control del dinero por parte del estado.


Por contra las razones para evitar la desaparición del dinero físico son bastante más preocupantes. La principal razón es la perdida del anonimato en los pagos. Hay que recordar que el acceso a estos datos no solo es estatal también está en manos privadas. En un pago cualquiera con una tarjeta de débito normal y corriente existen al menos 4 actores, el banco del pagador, el banco del receptor, la entidad que gestiona la tarjeta y el estado. Actualmente hay una pelea constante de muchas empresas por ser actores en las transacciones digitales, operadoras móviles o empresas tecnológicas quieren estar al corriente de qué compras, cúando y su cantidad. En nuestro país es muy común ver a gente pasando numerosas tarjetas para conseguir “puntos” o pagar con el móvil. Algunas prometen regalos, otras simplemente la banalidad de ir por la vida sin tarjetas. Todas estas empresas usan tus datos para hacer perfiles de consumidor, venderlos, cruzarlos con otros datos y conseguir que compres más o compres donde ellos quieren que compres. El peligro de la obtención de datos va más allá de lo que algunos imaginan, no solo tiene la capacidad de modificar los hábitos de consumo también tiene la capacidad de modificar tus actos políticos ya que a través del consumo se puede construir fácilmente tu perfil político. Así que si vas a pagar con dinero digital, lo más lógico es asegurarte que en tu pago intervienen los mínimos actores posibles para que tu compra deje el menor rastro posible. No es lo mismo tener 4 actores que tener 8 si pagas con el móvil y has vinculado 3 tarjetas de puntos.

Otro de los grandes dilemas en una sociedad sin efectivo es la obligatoriedad de usar los bancos y el aumento de poder que estos adquieren. Nadie puede administrarse su dinero independientemente, ni escapar de bancos ni entidades de pago. Pero a esto lo siguen un sin fin de problemas más, nuevos fraudes digitales, problemas deflacionarios, muchas personas gastan de más cuando usan métodos de pago digitales. Otro gran problema es la legislación que controla los datos, la centralización de los pagos puede hacer que regímenes o grupos políticos autoritarios denieguen o los usen para reprimir o para otorgar menos derechos, etc.


Criptomonedas

Seguramente si los gobiernos deciden ir acabando con la moneda y por consiguiente con el anonimato de las finanzas se acelere el uso de las criptomonedas. Actualmente existen muchas criptomonedas y hay mucha confusión en cuanto a ellas, en los últimos años el mercado de las criptomonedas ha sido abordado en gran medida por grandes compañías tecnológicas y bancos, muchas ya han creado criptomonedas y aceptan pagos o comienzan a tratar con estas nuevas divisas. De entre todas las criptomonedas las que interesan son un nutrido grupo orientado a el anonimato, como Monero. Muchos detractores de las criptomonedas las acusan de ser un vehículo financiero de narcotraficantes o pederastas pero la realidad es que no tienen por que ser solo para esto, por ejemplo wikileaks se pudo financiar gracias a estas monedas después de que se la cortasen todos los grifos. Actualmente las criptomonedas basadas en el anonimato son los medios de dinero digital que más se parecen a el dinero en efectivo y nadie piensa que el dinero en efectivo sea el dinero de los pederastas o los narcotraficantes.

El problema que traen consigo las criptomonedas es la creación de un mercado paralelo a los estados, donde estos no tienen ningún nivel de acción y esto es muy interesante desde la perspectiva de un capitalismo sin regulación. Es probable que las criptomonedas traigan un mundo igual de perverso o peor que el actual. Por esta razón se han interesado muchas compañías en estos activos, las criptomonedas son capitalismo sin control, monedas globales sin intervención de los estados, impuestos o ámbito territorial.

En países como Turquía, a la cabeza del uso de criptomonedas, el 20% de la población ha usado o usa alguna criptomoneda. El uso actual de las criptomonedas tiene síntomas, gobiernos corruptos, excesivamente totalitarios o desconfianza en la moneda local. Aún es muy pronto para saber si las criptomonedas llegarán a funcionar como monedas, por ahora tan solo son un vehículo de especulación, su nivel de uso es muy reducido.


Si nadie para esto nuestro destino es una sociedad sin billetes ni monedas con dos perversos destinos, o vender nuestra intimidad a empresas y estado o apoyar las criptomonedas para abrir las puertas del capitalismo salvaje.

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