Su obra social es una estafa

Ayer la división burgalesa de Banca Cí­vica, o cí­nica o como queráis llamarla, presento su obra social para el próximo trimestre por todo lo alto. Cursos, talleres, teatro, música, cine, revistas… Todo un pastón, con rueda de prensa, periodistas y confeti.

Caja de Burgos lleva tiempo ganándose a pulso la mala cara de los burgaleses, muchos hemos cerrado nuestras cuentas de esa caja con dolor y otros estáis a punto de hacerlo, ya no la distingo de un banco y tampoco parece de mi tierra. Conozco a mucha gente cabreada por el aumento de las comisiones o porque ahora que no tienen dinero les tratan peor. Me abochorna pensar que la manejan polí­ticos y que han hecho con mis ahorros lo que les ha dado la gana. Yo les considero grandes responsables de la burbuja inmobiliaria, a muchos de mis amigos los han estafado de por vida atándolos a una hipoteca mientras con mis ahorros financiaban a sus colegas los constructores/especuladores del ladrillo. Y lo que es peor, persiguen a pobres familias que no pueden pagar su hipoteca mientras sus colegas los constructores/especuladores anuncian quiebras y nos dejan pufos de miles de millones que tendremos que pagar quitándolo de la sanidad o la educación. Me abochornan tantas cosas de esa entidad… Yo abandone Caja de Burgos antes de que se fusionase, antes de que anunciará que estaba buscando financiación privada y antes de que empezase a subir las comisiones, eso realmente son tonterí­as cuando te paras a pensar en que se basa su negocio, lo que han hecho y como funcionan.

Hace unos dí­as Caja de Burgos desalojó un espacio para el Barrio de Gamonal, un espacio de su propiedad que llevaba años abandonado y que muchos vecinos del barrio se alegraron cuando lo vieron abierto otra vez. Un espacio con goteras y en cierto mal estado que mis vecinos intentaban adecuar, en ese espacio se estaban haciendo cursos, talleres, cine, música, habí­a planeada una obra de teatro y lo más importante se reuní­a la asamblea de Gamonal. Sin financiación, sin comisiones, sin altos cargos, sin ruedas de prensa ni tonterí­as, sin amigos especuladores y sin estafar, las mismas cosas que Caja de Burgos hace con los ahorros de los burgaleses son capaces de hacerlas un grupúsculo de personas con ganas, sin apenas dinero y sin ensuciarse las manos. Pero parece que Caja de Burgos no quiere competencia, la obra social parece cosa exclusivamente suya y sus locales espacios vací­os que no deben llenarse de gente sin su consentimiento.

La obra social de esta entidad no es mas que una cortina de humo con la que tapar su verdadero trasfondo. Se la ha colado a mucha gente, a mi también me la coló, pero ya no cuela mas. Su obra social es una estafa.