Los amigos de la Biblioteca Anarquista La Maldita han programado un debate público para el próximo sábado 19 de enero en torno a los conflictos y luchas sociales que ha vivido Gamonal en su historia reciente. Una propuesta que trata de dar respuesta a los interrogantes que hacen que en este peculiar barrio se hayan sucedido de forma continua los conflictos. ¿Existe un hilo conductor que pueda poner en común todos estos sucesos o se trata simplemente de episodios aislados en el tiempo? La mesa redonda dará comienzo a partir de las 18.00 horas y busca realizar un viaje al pasado para a través del presente ofrecer las claves que permitan intervenir en la realidad social de nuestro inmediato futuro.
El viaje en el tiempo ha sido una de las constantes de la literatura y el cine de ciencia ficción desde que el escritor británico H.G Wells publicara su extraordinaria novela The Time Machine. Personalmente siempre he vivido fascinado con la idea de un viaje de tales características, no en vano apenas eran un chavalín cuando Marty Mac Fly hacía de las suyas en Regreso al futuro, ese tipo de historias dejan profunda huella en la imaginación desbordada de un niño de barrio. Pero no me hagáis caso, divago.
Los amigos de la Biblioteca Anarquista La Maldita han programado un debate público en torno a los conflictos y luchas sociales que ha vivido Gamonal en su historia reciente. Nada parecido al Delorean o a la máquina de Mister Wells, pero se me antoja una iniciativa harto interesante. Tras la propuesta de estos muchachos se alberga la esperanza de dar respuesta a los interrogantes que hacen que este peculiar barrio sea el lugar donde mayor conflictividad se ha registrado en Burgos durante las últimas tres décadas.
Gamonal, un territorio cuya identidad viene definida por la transición de pueblo a barrio obrero a mediados del siglo XX, se convierte en periferia de la ciudad de Burgos y en uno de sus motores de desarrollo urbano al albergar de forma masiva a la población que proviene del éxodo rural. Un trasvase poblacional que en gran medida se empleará como mano de obra fabril en el recién creado Polo de Promoción y Desarrollo Industrial que se ubicará en los mismos márgenes del barrio.
De esta manera, hacinamiento urbanístico y contexto industrial, marcarán las señas de identidad de un barrio en el que la conflictividad formará parte constitutiva de su ADN. Un fenómeno que se obstina en repetirse y reaparecer a lo largo de su historia, en la que se intercalan igualmente largos periodos de adormecimiento y apatía social.
A través de nuestro viaje en el tiempo, Gamonal nos mostraría fábricas autogestionadas por los propios trabajadores como la de CYFISA, huelgas y manifestaciones multitudinarias y también luchas contra la subida del precio del autobús y la carestía de la vida. En nuestro viaje contemplaríamos incluso movimientos populares que trataban de evitar que se edificase en lugares tan emblemáticos como la Plaza Santiago o el Parque Félix Rodríguez de la Fuente.
Nuestro viaje al pasado no dejaríamos de mostrarnos conflictos urbanísticos como el del parking de Eladio Perlado que sacan a la luz la negligencia y falta de planificación con la que a toda prisa se construyó el barrio; y, ¿por qué no?, también nos daríamos de bruces con las luchas contra los desahucios y por la ocupación de espacios que marcan su etapa más reciente.
Pero la intención de esta mesa redonda parece no centrarse en exclusiva en una contemplación idealizante de los tiempos pretéritos. El objetivo, pretencioso o no, pasa por aprender de las experiencias preexistentes para proyectar un modelo de actuación en el presente, romper con las barreras generacionales, superar la anestesia social imperante e incluso desertar de esa cerrazón del pensar que no hay vida nada más allá del edificio de la Telefónica.
Y el presente no deja de ser un punto intangible entre el pasado y el futuro. Un grano de arena que cae irreversible hasta volver a dar la vuelta al reloj. Por eso la Historia, que parece jugar a repetirse de forma constante, nos enseña que en Gamonal recordar equivale a vislumbrar el futuro
Modesto Agustí
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