La ciudad de Burgos jugó un papel fundamental durante el desarrollo de la Guerra Civil convirtiéndose casi nada más producirse el denominado alzamiento militar en la capital política del bando franquista. ¿Qué elementos contribuyeron a que nuestra ciudad ostentase el dudoso honor de ser la Capital de la Cruzada? ¿Qué circunstancias determinaron que en Burgos se ubicara la Junta de Defensa Nacional en el verano de 1936 y el primer gobierno de Franco en 1938?.
Para responder a estos y otros interrogantes, Radio Onda Expansiva ha entrevistado a Luis Castro, autor de Capital de la Cruzada Burgos durante la Guerra Civil, una de las pocas referencias bibliográficas que existen sobre uno de los periodos más sombríos de la historia de Burgos que no deja de proyectarse en el presente. Un periodo que continúa siendo tabú y sobre la dificultad que plantea siempre su investigación se reflexiona en este breve artículo.
Existen multitud de estudios y referencias bibliográficas que nos aproximan a la historia de la ciudad de Burgos. Para aquellos que quieran conocer su desarrollo durante el Medievo o la transcendencia de sus élites económicas en el siglo XVI no tendrán problema alguno en acercarse a la basta cantidad de libros y reseñas pormenorizadas que existen al respecto. Incluso aquellos que quieran aventurarse en conocer quiénes fueron los primeros habitantes de Europa cuyos restos se encuentran en Atapuerca, a escasos 20 kilómetros de la ciudad, pueden acceder a un sin fin de trabajos sobre el tema.
Sin embargo, la cuestión comienza a complicarse si el periodo de la historia de Burgos que queremos abordar es el comprendido entre julio de 1936 y abril de 1939. Existen, por supuesto, honrosas excepciones como Guerra Civil y violencia política en Burgos, 1936-1943 de Isaac Rilova que durante años ha sido casi el único de los trabajos históricos que han analizado el desarrollo de la Guerra Civil en Burgos.
Ese vacío, que sin duda alguna merece una profunda reflexión, ha sido completado con la obra del profesor e investigador Luis Castro Capital de la Cruzada Burgo s durante la Guerra Civil, que recientemente Radio Onda Expansiva ha tenido la oportunidad de entrevistar en uno de sus habituales podcast.
Una obra que trata de aportar las claves que permitan comprender el por qué de la adhesión entusiasta de muchos burgaleses al Movimiento y el nuevo régimen que se configuraría ya en nuestra ciudad desde casi el mismo inicio del conflicto bélico. Una obra que además nos revela la calculada represión que se produjo en nuestra ciudad y en la provincia de Burgos que hizo que muchos de sus habitantes fueran asesinados o dieran con sus huesos en muchos de los campos de concentración que se construyeron en nuestra geografía.
Es incluso complicado de entender como aún hoy en pleno siglo XXI es tarea bastante difícil acceder a archivos oficiales donde se almacena mucha de la información referente a la represión que se abatió sobre nuestra provincia que, conviene no olvidarlo, a excepción del breve frente norte ubicado en Miranda de Ebro y las Merindades, a penas registró episodios bélicos siendo predominantemente una ciudad de retaguardia.
Podría incluso sorprender al viajero que se acercase a nuestra ciudad en el final de la década de los noventa el hecho de que muchas de sus calles y plazas aún conservaban el nombre de personajes y hechos relacionados con el conflicto bélico y el posterior régimen franquista instaurado. El cambio del nombre de las calles originó torrentes de tinta cuyo análisis bien podría ser tema de un estudio antropológico.
La Guerra Civil y el franquismo lastaron enormemente el desarrollo cultural, económico e incluso urbanístico de nuestra ciudad. Muchos argumentarán que aquello es parte ya de pasado y hace tiempo que se ha superado, y en cierta medida así es. Pero no cabe duda que en Burgos sigue existiendo un, por denominarlo de alguna manera, franquismo sociológico que subsiste larvado en las mentalidades de las personas que conforman las instituciones más representativas de la ciudad.
Episodios como la polémica acerca de la candidatura de Burgos como Capital Cultural Europea de 2016 y las preguntas que realizadas a la delegación política que representaba a Burgos sobre cómo se había tratado de superar el lastre de los puntos más sombríos de su historia y que fue esgrimido como rabieta de mal perdedor por parte de esos mismos políticos lo ponen de manifiesto.
Libros como el de Luis Castro ayudan a superar esos estigmas del pasado y contribuyen a comprender no solo una parte de nuestra propia historia e identidad arrebatada, sino cuál es la forma en la que durante décadas se ha venido construyendo el pasado.
Modesto Agustí
Notas y referencias al artículo:
1. Las imaégenes que aparecen han sido extraidas de Burgos en el recuerdo
2. Es importante citar la obra Doy Fe de Antonio Ruiz Vilaplana referente que nos acerca a cómo se desarrollo la represión en Burgos.
3. Existen otras obras que analizan como se desarrolló la Guerra Civil en la provincia de Burgos como República, Guerra Civil y posguerra en el Valle de Mena (1931-1955) o El penal de Valdenoceda que aborda este campo de concentración situado en las Merindades.
4. La novela Inquietud en el paraiso del escritor burgalés Oscar Esquivias nos situa dentro de una trama de ficción los hechos que se registraron en Burgos durante los primeros días del inicio de la Guerra Civil.
pepe
Aquí en Burgos, las cosas siguen igual, los altos funcionarios se disputan en verano, el uso gratuito de un palacete en la playa del Sardinero, se utiliza personal laboral del Ministerio como asistentes de sus domicilios particulares, y el resto de los contribuyentes sufragamos su ocio exclusivo y excluyente en la Deportiva Militar, espero que al menos declaren estos dispendios como rendimientos en especie en su declaración de IRPF. Tiene razón nuestro Presidente, de la crisis se sale haciendo las cosas como Dios manda… pepe el rurales
pepe
Castellanos de Burgos,
vasallos envanecidos
contadme certero y rotundo,
quien levantó los campos
estableciendo muros,
no fue el general,
ni su trabajo,
fue la fuerza petulante
Y ante ella, todos sometidos
Cruza tus lares,
un arroyo de agua pura,
sus molinos hoy perdidos
solo para algunos tu hermosura
Pregunta mi gente de quien,
de quien son estos olivos.
decidme vosotros los dueños
cuando recios y serenos
cuando derribaremos los muros