De entre todas las manipulaciones mediáticas que han sido elaboradas para tratar de criminalizar los movimientos de protesta surgidos en Gamonal hay una que parece repetirse de forma constante. Entre el dirigismo anarquista y el mundo abertzale, el populoso barrio burgalés vive atenazado por tenebrosos fantasmas que lo incitan a la rebelión, una fórmula mágica con la que evitar que sea posible preguntarse por las causas últimas que originan los conflictos.









El ambiente estaba enrarecido desde hace meses. El anuncio del fin de la crisis económica en boca del gobierno, el anuncio del fin de los recortes, el anuncio de que bajaba el paro…el gobierno ha cambiado de discurso, mientras lanzaba dos globos sonda: un borrador de ley de seguridad ciudadana descaradamente represivo y un borrador de ley de interrupción del embarazo descaradamente clerical. La calle ha cambiado, las mareas y las luchas laborales han perdido fuerza frente a la respuesta -indiscutiblemente necesaria- ante estas dos amenazas en forma de decreto ley. El ambiente estaba enrarecido porque la coyuntura está cambiando estos últimos meses. Un texto del 




