Queridxs compañerxs:
Me gustaría agradeceros de nuevo vuestra solidaridad y el apoyo que habéis expresado, de distintas formas, desde el inicio y especialmente durante este juicio, tanto dentro de la sala de los juzgados como desde la lejanía.
En tantos momentos estos gestos me han regalado energía y calor y, evidentemente, alentaron mi convicción de que la lucha siempre seguirá, en cualquier condición e independientemente de los obstáculos que se pongan en el camino.