La noche sin blanca se presenta como un acto cultural de subversión y unión. Queremos realizar dichos actos en dicha noche para expresar nuestro rechazo a la apropiación que las instituciones, tanto públicas como privadas, en este caso el Ayuntamiento, hacen de la cultura. Nosotros no pretendemos empaquetar, envolver y vender ningún acto o hecho cultural, como ellos hacen, ya que pensamos que con las ideas es imposible comerciar o traficar. Creemos que estas ideas pertenecen a todos y que por ello han de fluir y circular de manera libre y gratuita por todo el espectro social.
Los artistas y las personas aquí participantes no tienen ningún ánimo de lucrarse. Sus motivaciones no son otras que enriquecerse como personas y obtener satisfacciones personales difundiendo algo en lo que creen profundamente, demostrando así que los actos culturales no son ninguna mercancía con la que se pueda comercial vendiéndola al mejor postor.