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Banca Cí­vica ha suspendido los exámenes de solvencia que vení­an impuestos por Europa además se recapitaliza con un fondo privado de origen estadounidense cuyo afán no es hacer obra social sino ganar dinero.

Sarrací­n era la siguiente vuelta de tuerca del sinsentido urbanizador y especulador en Burgos, un complejo urbaní­stico que va camino de ser un desastre económico y otra cuenta que pagar para el populacho.

El juzgado mercantil Nº 1 de Burgos, como os comentamos hace dí­as, tiene la posibilidad de abrir concurso de acreedores a Tebycon. Pero mientras el juez se decide la propia empresa ha dado una vuelta de tuerca más a este culebrón solicitando un ERE para casi la mitad de la plantilla.

Parte de esa polí­tica social que gestionan las cajas de ahorros y que llaman “obra social” pasa por apadrinar constructores. Si, habéis oí­do bien, ante el temor de impago las cajas se están quedando con los pisos sin vender de los constructores y especuladores de gran escala.

Esta historia, la que nos toca vivir, puede que sea la historia de familias endeudadas, de jóvenes incautos hipotecados de por vida, de idiotas sin ahorros. Pero también será la historia de ladrones disfrazados de constructores y de sus cómplices locales, los polí­ticos.