¿Habéis visto ese infame anuncio? Seguro que sí.
Está a todas horas en la televisión, un conocido presentador nos bombardea con mensajes imperativos: “Juega, juega, juega… Gana, gana, gana…”. El poder/dinero compra la moral de muchas personas pero no sólo la de quienes presentan los programas de televisión está a la venta.