El pasado 9 de marzo de 2008 estábamos llamados a votar, sin embargo preferimos emplear nuestro tiempo en algo más productivo. Seguramente habrá quien se pregunte porqué los anarquistas y libertarios se esfuerzan en reclamar la absteción activa como una forma de opción política. Si no votas luego no te puedes quejar, suele decir el esforzado ciudadano. Lo cierto es que al votar reconoces la legitimidad de un sistema, y sobre todo de unos políticos que solo se acuerdan de tí cada cuatro años. La realidad no se cansa de demostrarnos que si votar realmente sirviese de algo sería ilegal. Komemierda, nuestro compañero de andanzas por la red nos lo cuenta de forma bastante pedagógica:
Nosotros elegimos: la política es algo demasiado importante como para dejarla en manos de los políticos.